Barriguita cervecera…un peligro

La grasa abdominal tiene un metabolismo muy rápido que produce y libera cientos de mensajeros químicos que desatan proceso inflamatorio y se pueden producir acumulaciones tóxicas en el hígado.

Por Nuevo Diario 

Por momentos pareciera que la “barriguita cervecera” vuelve a estar de moda. Se dice que la vida hay que disfrutarla, y que no hay que estar pendiente de la estética. Si bien este pensamiento tiene mucho de bueno, la realidad es también que tener mucha grasa en el abdomen representa un riesgo para la salud. Si no se pierden eso kilos de más rápido, se corre el riesgo de ser víctima del llamado “cuarteto mortal”.

La grasa abdominal tiene un metabolismo muy rápido que produce y libera cientos de mensajeros químicos. Estas sustancias desatan proceso inflamatorio. De esta forma, se pueden producir acumulaciones tóxicas en el hígado y, en el peor de los casos, producirse una insuficiencia hepática. Si a la grasa abdominal se le añade una presión demasiado alta, alteraciones en el metabolismo lipídico o un valor alto de glucemia, los médicos hablan de síndrome metabólico.

Con tres de estos cuatro factores ya aumentan las posibilidades de un infarto de corazón con riesgo de vida o una apoplejía. Por eso, el síndrome metabólico se describe también como “cuarteto mortal”.

De todas formas, no toda grasa abdominal es igual. Los médicos distinguen entre la grasa abdominal interna y grasa abdominal externa. La externa se puede tomar entre los dedos. Se trata de tejidos grasos subcutáneos o los famosos “rollitos” o “michelines”. La grasa abdominal interior, en cambio, es la más peligrosa, porque en principio no se nota.

Uno mismo puede comprobar si tiene mucha o poca grasa abdominal. Para ello hay que medir la cintura entre las costillas y los huesos de la cadera. El peligro comienza cuando la grasa abdominal supera los 102 centímetros en los hombres y los 88 centímetros en las mujeres. En eso casos, es imperioso bajar de peso.

Si se quiere reducir la grasa abdominal, hay que abandonar el alcohol por un buen tiempo y renunciar a las comidas muy grasosas y pesadas. Sin embargo, la alimentación no lo es todo. La actividad física es una garantía de que la grasa abdominal bajará. Se debería entrenar al menos tres veces a la semana por unos 45 minutos.

Para poder sostener la actividad, es importante hacer un deporte que a uno le guste. Si se tiene que juntar coraje para ir a la piscina, quizá es mejor elegir otra actividad física como caminar rápido. Lo que debe estar claro es que para eliminar las calorías de un chocolate de 530 calorías, hay que correr durante 57 minutos o andar en bicicleta durante 76. Es decir que el entrenamiento solo no sirve si no se adecúa la alimentación.

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