Hacer ejercicio mejora la memoria y el pensamiento

El deterioro cognitivo leve es la etapa intermedia entre el descenso cognitivo que se anticipa normalmente en la vejez y el deterioro más grave de la demencia.

Por Mayo Clinic

No le sorprenda que al paciente con deterioro cognitivo leve el proveedor de atención médica le recete
ejercicio, en lugar de medicamentos. Una nueva pauta para los profesionales de la salud indica que hay
que recomendar ejercicio dos veces por semana a las personas que tienen deterioro cognitivo leve
para mejorar su memoria y pensamiento.

La recomendación es parte de las pautas actualizadas para deterioro cognitivo leve, publicadas el 27 de
diciembre en la edición electrónica de Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.

“Hace mucho quedó comprobado que hacer ejercicio físico de manera regular aporta ventajas para la
salud cardíaca, pero ahora podemos decir que el ejercicio también ayuda a mejorar la memoria en las
personas con deterioro cognitivo leve. Lo que es bueno para el corazón, también lo es para el cerebro”,
comenta el Dr. Ronald Petersen (doctor en medicina e investigación), autor principal del trabajo y
director del Centro para Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer de Mayo Clinic y del Estudio
sobre el Envejecimiento de Mayo Clinic. El Dr. Petersen también ostenta el título de Profesor Cora
Kanow para Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer.

El deterioro cognitivo leve es la etapa intermedia entre el descenso cognitivo que se anticipa
normalmente en la vejez y el deterioro más grave de la demencia. Los síntomas pueden abarcar
problemas de memoria, lenguaje, pensamiento y capacidad de juicio que son mayores a los cambios
normales de la edad.

Esos cambios, en general, no son suficientemente graves para interferir mucho en la vida cotidiana ni
en las actividades habituales. No obstante, el deterioro cognitivo leve puede aumentar el riesgo de
avanzar progresivamente hacia la demencia fruto de la enfermedad de Alzheimer o de otras afecciones
neurológicas, aunque algunas personas con deterioro cognitivo leve nunca empeoran y unas pocas
hasta terminan mejorando.

Los autores de las pautas de la academia actualizaron las recomendaciones para el deterioro cognitivo
leve después de revisar todos los estudios existentes. Los estudios de seis meses mostraron que hacer
ejercicio físico dos veces por semana puede ayudar a quienes sufren de deterioro cognitivo leve, como
parte de un método general para control de los síntomas.

El Dr. Petersen anima a la gente a hacer ejercicio aeróbico: caminar rápido, trotar o hacer cualquier cosa agradable durante 150 minutos semanales, o sea, 30 minutos 5 veces por semana, o 50 minutos 3 veces por semana. El nivel de esfuerzo debe ser suficiente para provocar un poco de sudor, pero no necesita ser tan riguroso que impida mantener una conversación. “El ejercicio podría lentificar la velocidad con la que avanza el deterioro cognitivo leve hacia la demencia”, dice el médico.

Otra pauta actualizada menciona que los médicos clínicos tal vez puedan recomendar el entrenamiento
cognitivo a las personas con deterioro cognitivo leve. El entrenamiento cognitivo consiste en hacer ejercicios repetitivos para la memoria y el razonamiento, los cuales pueden realizarse con la asistencia de un computador, individualmente o en grupos pequeños. Sin embargo, las pautas también anotan que hay poca evidencia respecto a que el entrenamiento cognitivo mejore las medidas de la función cognitiva.

No existe ningún fármaco para el deterioro cognitivo leve que haya sido autorizado por la
Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.

Más del 6 % de las personas de 60 años presentan deterioro cognitivo leve en todo el mundo y
la afección se vuelve más común con la edad, dice la Academia Americana de Neurología. Más del 37% de las personas de 85 años en adelante lo padecen.

El Dr. Petersen anota que ante tal prevalencia, descubrir factores del estilo de vida capaces de lentificar
la velocidad del deterioro cognitivo puede marcar una gran diferencia en las personas y en la sociedad.

“No debemos pensar que el envejecimiento es un proceso pasivo, sino que podemos hacer algo
respecto al curso que nuestro envejecimiento tome. Por lo tanto, si estoy destinado a sufrir de
deterioro cognitivo a los 72 años, puedo hacer ejercicio y retrasarlo hasta los 75 o 78 años. ¡Eso es
bastante!”, añade.

Las pautas cuentan con el respaldo de la Asociación para el alzhéimer y actualizan las recomendaciones
de la academia del año 2001 para deterioro cognitivo leve. El Dr. Petersen está involucrado en el
desarrollo del primer ensayo clínico para el deterioro cognitivo leve y continúa como líder mundial en
la investigación de esa etapa de la enfermedad, en la que existe la posibilidad de detener o revertir los
síntomas.

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