Hijo de Tigre

Como dice el dicho,“Hijos de Tigre, salen pintados”, Revista Ejercicio y Salud se dio a la tarea de buscar a esos campeones y campeoncitos que disfrutan de la natación, el ciclismo, el atletismo, la aventura y el triatlón como un espacio para disfrutar de tiempo en familia.

David Ramírez, Colaborador. Producción: Manuel Coronado. Fotografía: César Moreira.

 

Daniel y Ariel Arguedas

Un dúo de aventura

Daniel Arguedas y Ariel, su hijo, disfrutan los deportes de aventura. Ellos practican el rafting, el kayak, el canyoning y el canopy, además de otros no tan extremos como las caminatas de montaña y la natación.

Para Ariel, la natación es una pasión que lo ha hecho un nadador federado, compitiendo tanto a nivel nacional como internacional con la Asociación Cartaginesa de Natación (ACANA). Por otra parte, Daniel también practica la natación pero integrada a la disciplina del triatlón.

Para ellos los deportes de aventura se desprenden del amor a la naturaleza y poder compartir tiempo juntos. Para Daniel, el deporte al aire libre siempre ha sido de su gusto, inculcándoselo a su hijo desde muy pequeño.

Para ambos el deporte se traduce en disciplina, compromiso, esfuerzo y alegría. Es decir, una forma de vida que Ariel comenzó a los cuatro años, practicando canyoning al lado de su padre; ya luego vino el rafting y el kayak, hasta aventurarse juntos más tarde en una expedición al Cerro Chirripó.

 

Daniel cree que le transmitió a su hijo Ariel la pasión por el deporte para que pudiese disfrutar lo que él hacía. Un padre que invierte su tiempo de ocio practicando deportes y jugando al aire libre con sus hijos, logra motivarlos.

En sus aventuras de padre e hijo comparten momentos en los que pueden expresar sus sentimientos, sintiéndose más unidos al final de cada viaje, logrando más confianza el uno en el otro. El sentido del humor también es parte de su forma de hacer deporte; eso les ayuda a sentir menos las derrotas que siempre surgen en la práctica deportiva.

Gerhard y Matthias Linner

Vidas en torno al deporte

Al no existir los nintendos ni juegos que lo hicieran estar frente al televisor, desde niño Gerhard Linner tuvo la conciencia de que andar en bicicleta y correr era lo que se hacía para divertirse.

Este estilo de vida con el que Linner creció, hizo que al nacer su hijo Matthias quisiera integrarlo al mundo del deporte, tanto por salud, por disciplina y por ser una manera de compartir buenos momentos en familia.

El atletismo, el ciclismo de montaña y el kayak son las actividades físicas que disfrutan hacer juntos, convirtiéndose en todo un estilo de vida tanto para Gerhard como para su familia.

Correr forma parte de la vida de ambos desde hace ya un par de años, mientras que el andar en bicicleta es un deporte que realizan hace pocos meses. El ejemplo dado por Gerhard a su hijo, le ha inculcado a este un estilo de vida saludable. Además de disfrutar del deporte, pueden compartir oportunidades para dar consejos, solucionar problemas y como él mismo nos dice, hablar de “hombre a hombre”.

 

 

José Joaquín y Erick Rojas

Del ocio al espíritu competitivo

José Joaquín Rojas, junto a su hijo Erick, empezaron en los deportes por medio del taekwondo, con la idea de obtener una mejor condición física; lo cual se logró, tanto que Erick obtuvo cinturón azul en el grupo al cual asistían en el Tecnológico de Cartago. Sin embargo, poco tiempo después dejaron de lado esta práctica por una lesión en el tobillo.

Debido a este percance cayeron en un lapso de ociosidad, y por eso les surgió la idea de ingresar al gimnasio, con la dificultad de hacer coincidir horarios para entrenar juntos. Desistieron de este intento y entonces trataron de dar algunos pequeños paseos en bicicleta, descubriendo que el MTB era la opción que buscaban.

Empezaron a conocer más este deporte, lo cual los hizo lograr una mayor preparación técnica y preocuparse por obtener implementos para su práctica. Mejoraron su condición física, tanto que Erick hoy en día compite en categoría open, mientras que su padre mantiene la práctica de manera recreativa.

Además del beneficio del deporte en sí, consideran que en las situaciones tan particulares de andar en bicicleta, da tiempo para compartir las vivencias de cada uno durante la semana, los planes y las experiencias. Hablan de todo, antes, durante y luego de las maltratadas que se dan con gusto; en definitiva, lo que más comparten es tiempo de calidad.

El deporte ya forma parte importante en sus vidas, como en la de su familia, con lo que han logrado incentivar a participar a varios miembros más, convirtiendo en una fiesta familiar el ir a conocer otros lugares donde organicen giras en “bici”: enfrentan juntos nuevo retos al tiempo que disfrutan de paisajes difíciles de imaginar.

Luis y Erick Corrales

En el “ride” del MTB

El Mountain Bike se adentró en la vida de Luis Corrales y su hijo Erick desde hace ya un año y medio. Todo empezó por utilizar la bicicleta como medio de transporte y diversión. Al tiempo se convirtió en un deporte recreativo.

Por recomendaciones de sus familiares y amigos, se convencieron de comprar una bicleta de MTB para cada uno; la idea era vivir experiencias bonitas y ejercitarse. Junto a esto, el comienzo de un régimen de alimentación especial hizo que la familia decidiera tener una mejor calidad de vida.

Luis afirma que siempre están chequeando fechas de actividades recreativas a las cuales puedan asistir y, de no ser así, ellos mismos organizan los “rides” disfrutándolos en gran manera.

La “espinita” que tenía Luis de seguir practicando el ciclismo logró transmitirle esta “fiebre” a su hijo, y a toda su familia. Además de la experiencia de andar en “bici”, de los paisajes que pueden disfrutar y de la unión familiar, comparten juntos un reto: el de aprender a apoyarse y acompañarse en cada “ride” y así ver día con día la mejora en su desempeño. Para ellos, esto ha pagado el boleto con creces.

 

Martín y Daniela Chaves

Salud por kilómetros

El atletismo de fondo requiere tanto de salud física como mental, lo cual para Martín Chaves y su hija Daniela, desde hace ya tres años, ha hecho mejorar sus estilos de vida. Ellos han participado en carreras de 10 km y tienen en la mira hacerlo en una media maratón.

Martín empezó desde su juventud a practicar el atletismo como un estilo de vida más que como un deporte, pues siempre ha velado por un óptimo estado de salud sin irse a los extremos. Para él es algo que tiene que ver con la salud integral, y como una forma de agradecerle a Dios por la bendición de la vida. Para su familia es importante mantener sus cuerpos lejos de los vicios y en constante actividad física; dependiendo de la capacidad de cada miembro, le dedican al menos dos días de práctica.

Por su parte, Daniela siempre ha sido muy amante del deporte en general, practicando además la natación y la gimnasia; por eso para Martín transmitirle el gusto a su hija no tuvo mayor dificultad, y empezaron juntos a correr como una manera de compartirlo.

 

 

Antes de salir a correr ambos realizan una pequeña oración, agradeciendo a Dios la oportunidad que les da de estar juntos y de tener buena salud. Correr les permite disfrutar de la compañía del otro, conversar forma parte de sus entrenamientos, pero algunas veces tan solo valoran la dicha de poder estar juntos. Aunque transcurran los minutos sin hablar, el valor de su amistad como padre e hija trasciende cualquier cosa que se pueda expresar con palabras.

 

José Humberto (padre), José Humberto (hijo), Luis Fabián y Eleázar Portugués

La edad no es obstáculo, es oportunidad. José Humberto, padre, no ve como obstáculo que a sus 52 años sus tres hijos lo encaminaran a la práctica del ciclismo y el futbol.

En familia llevan ya cuatro años practicando estas dos disciplinas. Su segundo hijo, Luis Fabián, amante de los deportes, atesoró la idea de iniciar a sus hermanos y a su papá en un mejor estilo de vida. Eleázar, el menor de los tres, fue el primero en aceptar el reto.

Los cuatro ven en estos deportes una oportunidad para compartir salud y diversión. Aún más, al encontrar una mayor motivación dentro de su núcleo familiar, un sobrino y un primo con capacidades limitadas, lo hacen para mejorar su salud.

Para ellos el deporte entraña un significado de salud física y mental, todo está en la mente y “querer es poder”. Además, consideran que con la práctica del deporte se logran encontrar nuevas amistades y crear una mayor unión familiar.

En su caso, fue de sus hijos hacia él: ellos le transmitieron una mejor vida a través del ejercicio. Poder compartir momentos hermosos gracias a la realización de deportes hasta con su nieta Valery, de diez años, hace a este padre aún más feliz, y no ve la edad como un obstáculo para empezar, sino como oportunidad para mejorar.

 

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