Periostitis acecha la larga distancia

La inflamación del periostio no es exclusiva del atletismo de fondo, pero supera con creces el número de casos presentados en otros deportes.

Por Erick Reyes 

Primero la molestia se convirtió en un dolor. Poco después ese dolor se volvió insoportable. Luego vino la inhabilitación total y el adiós a todas las carreras que se incluían en su temporada. Así empezó el suplicio para Diana Trejos, quien pronto recibió u desalentador diagnóstico médico.

“Mi doctor me dijo que padecía de periostitis y que si no me cuidaba se me podía hacer crónica. Yo pensé que era solo un dolor producto del aumento de mis cargas de trabajo, porque empecé a sentir como un ardor en la parte de la tibia, pero luego comprobé que había algo más que eso”, cuenta Diana, a quien esta lesión la obligó a guardar sus tenis durante algunas semanas.

¿Qué es la periostitis?

Los huesos están cubiertos por una capa superficial llamada periostio; una membrana de tejido conectivo que posee una gran cantidad de vasos sanguíneos y nervios que dan sensibilidad al hueso y lo nutren.

Cuando la práctica deportiva se extiende durante muchas horas y con pocos días de descanso, esta membrana se inflama y produce reacciones que van desde una sensación de ardor en la tibia, hasta incapacidad para entrenar, debido al fuerte dolor.

“Es un problema que si no se trata a tiempo puede llegar a niveles alarmantes que pronto desencadenará otros males de más difícil tratamiento médico”, afirma el doctor Gustavo Castillo, encargado de la atención de atletas en la clínica del Comité Olímpico Nacional de Costa Rica (CON).

Tiempos de recuperación

Según Gustavo, los plazos para la recuperación de la periostitis pueden ir desde las tres semanas, hasta las seis u ocho semanas, dependiendo de la gravedad de la inflamación del periostio y el dolor que manifieste el atleta, ya que no todos tienen el mismo umbral del dolor.

El médico enfatiza en la necesidad de enfocar la recuperación en dos puntos fundamentales: el descanso y la aplicación de terapia fría.

Pero más allá del hielo, la terapia fría más efectiva para combatir la periostitis es colocar la pierna hasta la altura de la rodilla dentro de una cubeta con agua muy fría o con bastante hielo. La idea es que pronto la extremidad esté sometida a una temperatura cercana a los 0 grados. Aunque suele ser un tratamiento doloroso, en especial los primeros minutos, es altamente efectivo.

Este procedimiento nunca debe realizarse antes de entrenar, sino tras cada sesión de práctica. Si antes del entrenamiento existe mucho dolor, no se recomienda, bajo ninguna circunstancia, utilizar geles para calentar el músculo. Eso puede aliviar en el instante pero agrava el padecimiento.

Medias de compresión, una gran alternativa

No hace muchos años aparecieron en el mercado y de inmediato tuvieron una gran aceptación por parte de los atletas e incluso algunos ciclistas.

La marca deportiva Zoot ha estado a la vanguardia de la fabricación de medias de compresión. Estas medias ofrecen una compresión de +30mmHg (milímetros de mercurio, medida internacional que clasifica el nivel de presión ejercida sobre un cuerpo).

Según Cristian Argüello, representante de esta marca en Costa Rica, los beneficios de este tipo de prendas han sido médicamente comprobados. Su éxito ha trascendido al punto de fabricarse prendas de todo tipo; desde las tradicionales medias que solo incluyen la pantorrilla, hasta aquellas que incluyen toda la parte del pie, licras cortas, largas y camisetas de manga corta y larga que ayudan también a mantener una buena postura.

Entre los factores más determinantes se encuentran:

  1. Largas sesiones de entrenamiento sobre superficies inadecuadas. Por lo general, poco blandas como el asfalto.
  2. Mala escogencia del tipo de zapato apropiado para la práctica del atletismo de fondo.
  3. Enfocarse únicamente en el trabajo de fondo y olvidar el fortalecimiento de grupos musculares específicos para el atletismo.
  4. Periodicidad o volumen incorrecto. No siempre el mejor atleta es quien entrena más horas, sino quien lo hace con mayor calidad. Entrenar más de lo debido, con cargas superiores a las recomendadas o con cambios repentinos en los entrenamientos puede llevarle a sufrir periostitis.
  5. Alteraciones biomecánicas. El movimiento exagerado del pie al tocar la superficie mientras corre (especialmente la pronación), también puede propiciar la aparición de esta lesión.
  6. Calzado inapropiado o muy gastado. Un zapato deportivo pierde su efecto de amortiguación con cada pisada. Revisa el estado de tus zapatos; renovarlos siempre será una buena inversión.
  7. “Sin masajista, no hay deportista”. Acudir a sesiones de masaje para el tratamiento de ciertos grupos musculares, así como mantener el buen hábito de estirar los músculos antes y después de hacer deporte, son una excelente alternativa para prevenir la periostitis.
  8. Mala alimentación y conducir por muchas horas. Este tipo de situaciones, así como trabajar de pie en extensas jornadas, acumulación de estrés y pocas horas de sueño pueden asociarse a la aparición de todo tipo de lesiones.

 

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