Abrigarte menos si quieres quemar grasas de verdad

Uno de los mitos más grandes que aún existe hoy en día, es el que dice “al sudar se queman más grasas”, siendo esta una frase aberrante y desesperante que induce a muchos a acudir al gimnasio con grandes cantidades de ropa para “sudar más”.

Sin embargo, este puede ser considerado como un error bastante grave, que si bien sí ayuda a sudar más, no fomenta la quema de grasas, sino únicamente la deshidratación. Este mito de quemar grasas a través del sudor se debe a que el cuerpo por sí mismo, ya comienza utilizar calorías al mantener una temperatura similar a los 36° C. Esto es parte del metabolismo basal, tal y como sucede al respirar, pensar, mantenerse despiertos y realizar toda función básica del cuerpo. Irónicamente, se queman más calorías cuando el cuerpo está en ambientes fríos, ya que de esta forma, se activa el metabolismo para regular la temperatura del cuerpo a niveles adecuados. Este es el conocido efecto llamado Termogénesis, del cuál ya hemos hablado en ocasiones.

Al abrigarse durante un entrenamiento y sudar más, se pierden mayores cantidades de agua, reduciendo con ello el rendimiento, como síntoma de la deshidratación; lo que quiere decir que lejos de gastar más energía, se utiliza menos al no realizar una rutina como debe ser. Eso sin mencionar que la deshidratación del cuerpo genera otros efectos negativos que no traen nada bueno para el organismo.

Entonces ya lo sabes, es hora de ir desvaneciendo todos esos métodos que nos alejan de nuestros objetivos de transformar el cuerpo, e ir informándose adecuadamente para ser parte de un proceso sano y eficiente.

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