La educación, el entorno de apoyo al paciente, aunado a la calidad de la atención médica que recibe, son factores determinantes en el correcto cumplimiento de los tratamientos y en una mejor y mayor efectividad de los mismos.

Por Revista ES

Cuando una persona padece de algún tipo de enfermedad, sea crónica o no, es importante cumplir con el tratamiento prescrito por el especialista médico, pues el propósito es obtener el mejor y más efectivo resultado posible. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando se habla de adherencia nos referimos al grado en que la conducta de un paciente se corresponde con la recomendación indicada por los especialistas. 

Bajo esta premisa, en este término también se incluyen otras acciones que van desde tomar medicamentos de manera adecuada, vacunarse, asistir a los controles médicos, mantener una dieta saludable, hasta no fumar o cumplir con ciertos niveles de actividad física, entre otras.

Cuando el paciente no cumple con el tratamiento, en primer lugar, compromete la efectividad y potencialmente disminuye su calidad de vida. Esto puede derivar en recaídas, prescripción de otros fármacos innecesarios, mayor frecuencia y prolongación de los internamientos, ausentismo laboral e incremento de costos para todo el sistema sanitario, lo que supone un gran desafío.

Datos de la OMS revelan que un 70% del gasto sanitario se destina a atender las enfermedades crónicas. Precisamente, la institución destaca que un 50% de personas con enfermedades crónicas no sigue correctamente su tratamiento, por lo que al no cumplir esta práctica favorece la probabilidad de aparición de resistencia a los fármacos, lo que es particularmente importante en el caso de los antibióticos y la resistencia antimicrobiana. 

Si bien no hay estudios sobre el impacto de la no adherencia en Costa Rica, el análisis «Just What the Doctor Ordered: An EU Response to Medication Non-Adherence estima que 125.000 millones de euros anuales de coste y 200.000 muertes prematuras en Europa son parte de las consecuencias que hay detrás del no cumplimiento del tratamiento prescrito.

“La adherencia a un tratamiento engloba varios factores, en este caso, relacionados con el paciente, su entorno, la medicación y la calidad de la atención sanitaria. En primer lugar, la prescripción médica y la información al paciente ofrecida por parte del farmacéutico marcan las bases a seguir del tratamiento. Es esencial que las indicaciones sean claras y precisas, para que el paciente las interprete con éxito”, el Dr. Larry Ramírez, farmacéutico y vocero del Colegio de Farmacéuticos. 

Es importante recordar que, una vez que se ha comenzado el tratamiento, el respaldo de familiares, amigos y la disponibilidad de diferentes herramientas sociales, orientan hacia el convencimiento del paciente sobre lo que está ocurriendo. Un entorno adecuado de apoyo y soporte facilita el éxito en la adherencia al tratamiento por el paciente que está iniciando un nuevo tratamiento.

Por otro lado, también se debe tener presente que existen factores de riesgo que están estrechamente relacionados con la no adherencia a la medicación, y entre los que se encuentran la frecuencia de dosificación, la duración de los tratamientos y la existencia de efectos indeseados (a mayor número de efectos indeseados, menor adherencia al tratamiento).

«En un escenario como este, lo más esencial y prioritario es la educación, si el paciente no comprende la importancia de su tratamiento, no va a tener un rol activo, porque no queremos que el paciente simplemente cumpla con el tratamiento, eso no es adherencia», afirmó el vocero. 

El apoyo y el acompañamiento a pacientes en este proceso para concienciar sobre la importancia del tratamiento puede llegar a ser esencial. En respuesta a esta problemática, se anuncia la introducción a Costa Rica del Sistema Personalizado de Dosificación (SPD Venalink), y del cual ya hay pacientes que lo utilizan, que contribuye con la organización de la medicación semanal por tomas, lo que reduce el riesgo de posibles olvidos y aumenta la tranquilidad para pacientes, familiares, cuidadores y profesionales de la salud.

Este dispositivo, que ha sido utilizado con éxito en Europa durante más de 25 años y ha sido extendido a Latinoamérica, ha demostrado mejorar la adherencia al tratamiento médico. Con su diseño de cuatro tomas diarias y presentaciones semanales con íconos intuitivos, el dispositivo facilita a los pacientes el seguimiento de sus medicamentos, incluso para aquellos con problemas de visión reducida o analfabetismo.

El SPD debe ser manipulado por un profesional de farmacia asistencial para garantizar la estabilidad fisicoquímica del medicamento. Esto asegura que los pacientes reciban la dosis correcta en el momento adecuado, evitando complicaciones y costosos internamientos hospitalarios.

“Una variación en la rutina puede afectar significativamente la adherencia al tratamiento, especialmente entre los pacientes polimedicados, es decir quiénes consumen varios medicamentos al mismo tiempo. El dispositivo ofrece una solución al proporcionar una organización precisa de la medicación, incluso durante períodos de cambio en la rutina”, explicó el Dr. Ramírez.

Para más información sobre el SPD y cómo obtenerlo, los pacientes pueden acudir a su farmacia de confianza, donde se ofrece como un servicio adicional. Además, las farmacias que tengan interés en ofrecer este servicio a sus pacientes pueden contactarse al teléfono 6422-4105 para obtener mayor información y capacitación sobre este dispositivo.