Se trata de empezar a promover pequeños cambios en el hogar.
Por Catalina Castro, Superintendente de Calidad de Cargill Costa Rica
Probablemente usted está entre el grupo de personas que regresó de las vacaciones de medio año con unos kilitos más, o de esos que ya en agosto abandonaron por completo el estilo de vida saludable que iniciaron junto con los propósitos de inicio de 2018.
Permítame decirle que es muy común que las dietas muy estrictas y cerradas terminen de mala forma mucho antes de lo deseado ya que se enfocan en grupos de alimentos específicos que no dan pie a la flexibilidad para que la persona aprenda a comer por porciones y tiempos de comida en el proceso.
La buena noticia es que estamos entrando en el mes #8 del año, por lo que aún tiene una ventana de 4 meses con los cuales enmendar los pequeños “pecados” con la comida y retomar la senda de la buena alimentación (máxime en diciembre).
Para lograrlo le comparto algunos tips para reanudar sus buenas costumbres alimenticias en la recta final del año:
- Replantee los tiempos de comiday haga de la proteína su amiga en cada tiempo, revise a conciencia lo que está consumiendo y priorice siempre el pollo, el pescado y las carnes por encima del arroz y los frijoles. Si a esa porción de carne o pollo, le suma ensalada, ya tiene hecha la mitad de la tarea.
- Busque opciones más saludables para tener en su alacena,por ejemplo, cambie el pan blanco por pan integral sin grasa; cambie los chocolates con leche, por chocolates 85% cacao y sustituya los snacks, por tiras de camote al horno hechas en casa.
- Reduzca los “premios”,como hamburguesas, pizzas o helados que generalmente come cuando cree que se ha portado bien por varios días y limítelos a solo uno a la semana. Verá que poco a poco irá disminuyendo la tentación por comerlos.
- Retome el ejercicio, cualquiera que sea su favorito, empiece poco a poco, sin presión, para no aburrirse de nuevo o pruebe con un ejercicio nuevo que le llame la atención. Incluso, busque un compañero o grupo para realizarlo, a veces eso nos ayuda a mantener la constancia.
- Revise los modos de preparación de los alimentos: la fritura siempre será la forma menos recomendada de consumir alimentos, el contacto y la absorción de grasa del alimento no solo varía sus propiedades, sino que suma una gran cantidad de calorías poco beneficiosas al cuerpo. Por ejemplo, cambie el pollo frito, por un pollo al horno en el almuerzo o las empanadas de merienda, por una rebanada de jamón y queso en una galleta de soda.
- Sustituya bebidas azucaradas por agua: Si consideramos que un vaso de fresco tiene entre 3-5 cucharaditas de azúcar, este pequeño cambio le ahorría de 60 a100 calorías; lo que representa en una semana, consumir entre 1260 a 2100 caloríasmenos (tomando en cuenta 3 vasos de fresco/día)
Se trata de empezar a promover pequeños cambios en el hogar con el compromiso de todos los miembros para dar pasos hacia un mejor estilo de vida que redunde en más salud para todos.