La mayoría de estos hallazgos no van a cambiarle la vida, pero sí le darán pistas.
Acaba el año y es hora de hacer balance. A lo largo de estos meses, los científicos han descubierto que las grasas no entienden de igualdad de sexos, que algunas dietas protegen el medio ambiente o que puede que haya llegado el final de las temidas inyecciones, entre otras cosas. La mayoría de estos hallazgos no van a cambiarle la vida, al menos a corto plazo, pero sí le darán pistas que le ayudarán a vivir mejor.
- Las dietas entienden de sexos. Una dieta rica en grasas provoca una mayor inflamación cerebral en los varones que en las hembras, una situación que predispone a la prediabetes y a alteraciones de la función cardiovascular. El hallazgo, publicado en la revista Cell Reports sugiere que tal vez haya que adaptar las recomendaciones dietéticas al sexo.
- El chocolate no crea adicción. Ni los frutos secos ni el regaliz. Ninguno de ellos es adictivo. El deseo irrefrenable de comer cierto tipo de alimentos solo está en usted mismo. Un estudio de un equipo internacional de investigadores (con participación española) concluye que no hay pruebas de que cualquier alimento o sus componentes puedan causar cambios en el cerebro similares a los provocados por el alcohol o la nicotina, entre otras drogas. Solo hay una posible excepción: la cafeína. El trabajo se publicó en Neuroscience & Biobehavioral Reviews.
- La obesidad tiene nuevos enemigos. Como nos contaba Materia, investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca han dado con un mecanismo celular que reprograma las células grasas para que quemen energía. Y un equipo de científicos de la Universidad del País Vasco, en colaboración con el Departamento de Agricultura de EE UU, ha comprobado que un compuesto, el pteroestilbeno, disminuye la grasa corporal porque disminuye la síntesis de grasa en el tejido adiposo. Se encuentra en pequeñas cantidades en numerosos alimentos, como las uvas, los arándanos, los cacahuetes o el vino tinto, y puede convertirse en un aliado perfecto para luchar contra la obesidad. El compuesto ya ha sido patentado. El trabajo completo se puede encontrar en el Journal of the Agricultural and Food Chemistry.
- La dieta mediterránea es la mejor para el corazón.Científicamente demostrado. Dos nuevas investigaciones revelan que una alimentación rica en legumbres, frutas, pescado, aceite de oliva virgen extra y frutos secos disminuye la obesidad de la cintura. Esto repercute positivamente en los niveles de colesterol, la tensión arterial y las cifras de glucosa, que son los principales enemigos de la salud cardiovascular, según Canadian Medical Association Journal . Además, la dieta mediterránea activa un gen que protege del exceso de triglicéridos en la sangre y del infarto de miocardio, un resultado recogido por Circulation Cardiovascular Genetics.
- A los 60 no debe empezar a correr, pero sí continuar corriendo. El running mucho más que una moda es una forma de mantenerse joven. Una investigación de la Universidad de Colorado ha comprobado que las personas de más de 60 años que han corrido habitualmente durante décadas tienen una eficiencia energética como la de los veinteañeros. El resultado es una mayor agilidad y, en consecuencia, mejor calidad de vida. La investigación fue publicada en la revista PlosOne .
- La depresión se puede combatir con ejercicio. La actividad física induce cambios en los músculos, de tal manera que actúan como barrenderos de los tóxicos que se acumulan en la sangre en momentos de estrés y que son dañinos para el cerebro, concluye una investigación publicada en Cell. La explicación, según Jorge Ruas, del departamento de Psicología y Farmacología del Instituto Karolinska, es que al entrenar los músculos a través del ejercicio se incrementan los niveles de una proteína (PGC-1α1) y se activa un mecanismo de desintoxicación que protege de la depresión causada por estrés.
- Las vendas de colores funcionan. Aunque quizá no como usted creía (no curan la lesión). Según el trabajo publicado enResearch in Sport Medicine por un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga, los kinesio-taping (el nombre de esos vendajes neuromusculares) reducen hasta un 45% el dolor en las piernas de los atletas. La mejoría se debe a que el vendaje disminuye la presión sobre las terminaciones nerviosas que detectan el dolor.
- Quizá los vampiros tenían razón… La sangre de individuos jóvenes contiene determinados factores capaces de revertir algunos efectos del envejecimiento, como la pérdida de fuerza muscular o de las capacidades cerebrales. Por esto, la inyección de sangre joven puede ser una forma de atajar enfermedades y achaques de la vejez. De momento, solo se ha conseguido en ratones, pero la revista Science ha incluido esta investigación entre los principales hitos científicos del año.
- Las inyecciones pueden tener los días contados. Las personas con fobia a las agujas tienen motivos para el optimismo. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts están trabajando en el diseño de una cápsula recubierta de microagujas para administrar ciertos medicamentos directamente en la mucosa gástrica, como la insulina, anticuerpos para tratar el cáncer o la artritis e incluso vacunas. Los estudios, que se han publicado en el Journal of Pharmaceutical Sciences, están financiados por el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.
- Seguir una dieta ligera y saludable también ayuda al planeta. Las evidencias científicas sobre las bondades de las dietas saludables, como la mediterránea, vegetariana y pescetaria (excluye comer animales terrestres y aves) no hacen más que aumentar. Comer sano (y poco) puede aumentar la esperanza de vida una década, pero además las buenas costumbres en la mesa disminuirían notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuirían a la conservación de especies en peligro de extinción, según aseguran científicos de la Universidad de Minnesota, en un estudio publicado en Nature.
Fuente: BBC Mundo