La escuela de medicina de la universidad de Harvard publicó una guía sobre el tema.
Por Lanacion.com.ar
La medicina «alternativa» o bien «complementaria» refiere a una serie de prácticas que no están incluidas dentro de la medicina occidental tradicional. Estos tratamientos van desde remedios caseros hasta diferentes técnicas de meditación, yoga o quiroprácticas. «Muchas veces no hay ningún problema en seguir este tipo de terapias de manera complementaria al tratamiento médico tradicional. Pero otras veces no», dice la doctora Claire McCarthy, de la escuela de medicina de la universidad de Harvard, quien publicó una guía con información sobre el tema.
Pueden ser útiles
Cada vez se realizan más estudios sobre la eficacia de diferentes tratamientos alternativos. Y algunos de ellos han probado ser beneficiosos. La acupuntura, por ejemplo, sirve para aliviar dolores crónicos. «El alimento probiótico ayuda a luchar contra la diarrea, y el ácido docosahexaenoico que se encuentra en aceites de pescado ayuda el desarrollo neurológico del feto, y también puede ayudar a chicos con déficit de atención», dice McCarthy, «al igual que el yoga».
Sin embargo, la mayoría de estos tratamientos están mal regulados, por lo que es más difícil, comparándolos con los de la medicina occidental, estar seguro de su efectividad.
Clasificaciones y licencias
Las vitaminas y suplementos dietarios que se usan en tratamientos alternativos no están sometidos a los mismos testeos que las medicinas occidentales. «Porque a las vitaminas se las clasifica como comida en lugar de medicina, no tienen un testeo regular que pruebe y compruebe sus beneficios», dice la doctora. «No tenemos manera fehaciente de saber qué contienen esos remedios, ni de qué manera se hicieron, ni si tendrán el efecto que su productor dice que tendrá».
La misma crítica se aplica a los terapeutas. Las personas que administran medicinas alternativas no se someten a los testeos y sistemas de control a los que sí se someten médicos o enfermeros.
Hablar con el médico
Es por estas razones que la recomendación principal, a la hora de elegir una terapia alternativa, es consultar a su médico de cabecera. «Es importante saber que la medicina alternativa que está a punto de tomar no interfiera con el tratamiento principal al que se esta sometiendo», dice McCarthy.
La doctora cita un ejemplo: «La hierba de San Juan es un tipo de hierba que se utiliza muy comúnmente para tratar la depresión. Pero sus componentes pueden interferir con muchos de los medicamentos usualmente prescritos para tratar ese problema. Es importante, entonces, chequear con su médico para ver si lo que está a punto de tomar es seguro».