El spinning es una de las clases colectivas más demandadas en los gimnasios. Desde sus inicios en los años 90, el número de adeptos a esta actividad ha ido aumentando, ya que es considerada una de las más seguras, efectivas y divertidas.
Durante 45 minutos, se deja de estar en una bicicleta estática para pasar a distintos terrenos: puertos, llanos, colinas… Todo acompañado de un grupo que sufre y pedalea siguiendo el ritmo de las canciones.
¿Cuántas calorías se queman de media en una clase? Unas 500 kcal por sesión. Esto convierte al Spinning en un perfecto ejercicio cardiovascular, así como un aliado en la pérdida de grasa. Pero este no es el único beneficio que aporta la bicicleta. Nacho Bosquet, monitor de BestCycling, señala otras cinco razones para apuntarse al ciclismo indoor y lo publica el diario español El Mundo.
- Piernas y glúteos más firmes y fuertes. Practicando Spinning se tonifica en gran medida el tren inferior, aunque también están implicadas partes del cuerpo, como el abdomen.
- Una mejor respiración. Como es un ejercicio que exige mucho oxígeno, los músculos implicados en la respiración se fortalecen.
- Resistencia ante las enfermedades. ¿Qué mejor que reforzar el sistema inmunológico con un poco de deporte?
- Mente sana. Al ser una actividad aeróbica, se segregan endorfinas que actúan como analgésicos naturales en el cuerpo. Estas reducen el estrés, la depresión y la ansiedad.
- Un corazón fuerte. Con la bicicleta se estimula el crecimiento de pequeños vasos sanguíneos del músculo. Esto hace que mejore la eficacia del bombeo y que se reduzca el ritmo cardíaco en reposo.
Pero como todo deporte, para que sea efectivo es necesario practicarlo correctamente. Como cuenta Bosquet, es muy frecuente ver a principiantes poner en riesgo su salud por cometer errores en la bicicleta. ¿Cuáles son los más usuales?
- Ajustar mal la bicicleta. Cuando se elige una bicicleta, normalmente siempre hay que ajustarla. Esto se debe a que de una persona a otra, las medidas cambian y la altura del sillín o el manillar debe cambiar también. El sillín debería quedar a la altura de la cadera, y el manillar a una semejante o más bajo si ya se está acostumbrado a montar. Pero lo más sencillo es pedir asesoramiento al instructor para que él mismo corrija la postura.
- No utilizar una resistencia adecuada. Así como ir suelto en la bici puede ser fatal para las rodillas, una resistencia demasiado alta dificulta mantener el ritmo de la clase. Lo ideal es encontrar aquella con la que uno se sienta cómodo en las distintas cadencias.
- Apoyar el peso en los hombros y no en las piernas. Para conseguir un trabajo real, es imprescindible que el peso del trabajo lo lleven las piernas y no la parte superior del cuerpo. El abdomen, además, debe permanecer en tensión para controlar el movimiento.
- No seguir el ritmo. Para conseguir los objetivos propuestos por el monitor, hay que seguir el ritmo que van marcando las canciones así como la resistencia indicada.
- Ir solo a spinning. En este caso, Bosquet aconseja mantener un equilibrio entre la actividad aeróbica, el entrenamiento de fuerza y el de flexibilidad, o de lo contrario puede caerse en un sobreentrenamiento.