5 razones por qué la leche es la bebida ideal para deportistas

La leche es uno de los mejores hidratantes, ayudan a la recuperación física y el aumento de músculo… así que muchos dicen que antes de un vaso de agua, siempre será mejor un vaso de leche. ¿Pero qué hay de cierto? Se lo contamos aquí

Cada vez son más las personas que se unen a la vida saludable practicando algún deporte e incluyéndolo como una rutina más en su día. Pero para hacerlo no solo basta con tener los conocimientos sobre la práctica elegida o la ropa correspondiente, el deporte debe ir acompañado de una alimentación adecuada.

Esto se debe a que es necesario alcanzar el estado nutricional óptimo para que el cuerpo humano tenga la energía suficiente para realizar ejercicio, por lo que todo deportista debe informarse sobre qué incluir en su dieta.

La Guía de la Alimentación Saludable, publicada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, destaca entre los alimentos más recomendados la leche y los productos lácteos como importantes fuentes de proteínas de elevada calidad, lactosa y vitaminas (A, B2, B12 y D) y excelente fuentes de calcio. Los macro y micronutrientes de la leche y sus derivados convierten a estos productos en necesarios en todas las etapas de la vida y altamente recomendados para personas que realizan actividad física de forma regular.

Por otro lado existen cada vez más expertos que echan abajo esta afirmación argumentando que la leche de procedencia animal tiene más inconvenientes que beneficios para nuestro organismo.

Sin posicionarnos a favor o en contra te damos a conocer los argumentos de unos y otros para que tú decidas como deportista que eres, si la leche es necesaria para ti, si puede ayudarte a mejorar tu alimentación o por el contrario crees que consumirla te está perjudicando en tu rendimiento.

Aquí puedes comprobar los beneficios o prejuicios que producen los lácteos:

-Mayor rehidratación: los electrolitos, nutrientes que se encuentran en la leche, son partículas minerales que ayudan al cuerpo a mantener un grado de hidratación correcto, algo imprescindible por la pérdida de fluidos al realizar deporte. La leche, además, facilita el vaciado gástrico más lento que otras bebidas, lo que permite la conservación de líquidos durante un periodo más prolongado en el organismo. -La leche animal estimula al cuerpo a producir mucosidad. Es por esto que cuando se sufre de un resfriado los doctores recomiendan no tomar leche.

– Mejor recuperación física: la actividad deportiva provoca un descenso de los niveles de glucógeno y polisacárido, que se combate con la ingesta de hidratos de carbono. Estos aportan energía y mantienen un nivel de insulina mayor que otros tipos de azúcares, favoreciendo la recuperación física tras el ejercicio.

-Regeneración y aumento de la masa muscular: Además de hidratos, los lácteos aportan proteínas que favorecen la regeneración de la masa muscular y la formación de articulaciones. Así, al consumir lácteos durante y después de hacer deporte, se evitan las roturas de fibras musculares y se reducen las posibilidades de sufrir lesiones musculares. Además, las proteínas son fundamentales para el aumento de masa muscular, uno de los principales objetivos para realizar deporte, además del disfrute y la pérdida de grasa.

– La leche contiene cantidades anormales de antibióticos: Ya que los granjeros se los inyectan a las vacas para evitar que estas cesen la producción de leche por enfermedades en las ubres. Este tipo de enfermedades son comunes en las manadas productoras de lácteos. Estas cantidades anormales de antibióticos contribuye a que las bacterias se hagan resistentes a ellos, haciendo que combatirlas sea más difícil cuando se trata de enfermedades más serias.

-Aumento de la resistencia física: A través del torrente sanguíneo promueven una mayor captación de azúcares y, por tanto, una mayor recuperación del glucógeno. Además, la presencia de grasas en los lácteos aumentan los niveles de ácidos grasos circulantes en la sangre, aumentando la resistencia física.

El azúcar en la leche (lactosa) es muy difícil de digerir: Ya que cuando una persona llega a la edad de dos años, los intestinos elaboran menos lactasa, una enzima necesaria para absorber y digerir la lactosa. Esta disminución en la producción de lactasa en los humanos sucede cuando ya no es necesaria la ingestión de leche materna para el crecimiento. Cuando consumimos leche o productos lácteos animales, es muy probable que la lactosa se fermente en los intestinos causando problemas digestivos como hinchazón, gases y otras dificultades serias.

Como consejo solo podemos decirte que cada uno debe experimentar en sí mismo si este producto le sienta bien o no. Si lo llevas consumiendo toda la vida prueba a retirarlo poco a poco de tu dieta y comprueba si esto mejora tu estado físico por el contrario si no lo ingieres prueba a meterlo y ver si notas sus beneficios.

Fuente: El Economista

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