Para rendir correctamente en el día de la carrera debes descansar el tiempo suficiente, alimentarte como es debido, hidratarte y tener en cuenta otros pequeños detalles
Después de haber entrenado a tope, cuidado al máximo nuestra alimentación y haber procurado descansar el tiempo suficiente, no nos podemos permitir tirar todo el esfuerzo por la borda. El día de la carrera podremos batir nuestra mejor marca y limar esos pequeños detalles que diferencian a los grandes corredores del resto.
A continuación, te damos seis consejos de lo que no debes hacer el día de la carrera para obtener un buen rendimiento deportivo.
1. No dormir el tiempo necesario
El secreto está en el descanso. El no conciliar el sueño ni respetar este período puede mermar nuestro rendimiento el día de la competición, además de incrementar el riesgo de sufrir lesiones o molestias físicas. Es necesario que, tanto los días previos como la noche antes de la carrera, tengamos un descanso ininterrumpido y reparador para así conseguir los resultados que esperamos.
2. Estrenar calzado
No es nada recomendable estrenar zapatillas o ropa en el mismo día de la competición. Las zapatillas han de probarse previamente, y tener un mínimo de 15 días de uso y/o entrenamientos. Debemos cercionarnos de que el calzado no nos produzca a
mpollas en los pies, ni nos impida correr con absoluta libertad y comodidad.
Consulta las previsiones meteorológicas para el gran día, y elige la equipación más adecuada. Lleva prendas de vestir holgadas que hayas utilizado en los entrenamientos previos. Evita a toda costa estrenar prendas deportivas que pueden causar roces o molestias en el transcurso de la carrera.
3. No beber agua suficiente
En largas distancias no podemos olvidar tener un plan de hidratación. Procuraremos ingerir la cantidad suficiente de agua el día de la carrera, tal y como lo hacemos en los entrenamientos. No te arriesgues, una hidratación deficiente puede limitar el rendimiento y favorecer la aparición de la temida fatiga y la debilidad muscular. Es importante no excederse tomando agua de más.
4. Modificar la dieta en el último momento
Está claro que no podemos correr ni sacar a relucir nuestro potencial sin energía. No es conveniente correr con el estómago vacío, pero tampoco lleno. El día de la carrera no es el mejor momento para modificar nuestra dieta o hacer cambios de última hora. El desayuno debe ser el de siempre y la comida previa al maratón tiene que ser fácil de digerir; ni muy copiosa ni escasa. Ha de aportar suficientes proteínas así como hidratos y grasas, sin que abunde la fibra, ya que demanda mayor trabajo digestivo.
5. Tomar nuevos suplementos
Hemos visto que el día de la competición no se perfila como el momento idóneo para innovar. Así como no es aconsejable estrenar zapatillas, tampoco debemos cambiar los suplementos ni añadir bebidas estimulantes, café, barritas energéticas, tabletas o geles de glucosa. Cada uno de estos suplementos han de haber sido probados con anterioridad, para evitar que una intolerancia digestiva o molestia gástrica pueda arruinar nuestra progresión en la carrera.
6. Entrenar
Necesitamos estar en perfectas condiciones para encarar y enfrentarnos a tal desafío. A nivel de descanso, el día de la competición debe estar al margen de los días de entrenamiento.
No fuerces la máquina. Aunque quieras llegar a tope y demostrar que estás preparado, si te “machacas” solo conseguirás el efecto contrario. Ese esfuerzo físico condicionará tu rendimiento posterior. Tu meta es la carrera y necesitas una buena dosis de adrenalina. Pero ojo, la tensión y la poca relajación pueden ser un arma de doble filo. Haz un esfuerzo por concentrarte en lo que realmente importa y sobre todo disfruta del momento.
Fuente: Muy en Forma