Conoce la historia de la galleta más vendida del mundo.
Por Revista ES
Las tendencias de consumo están en constante transformación, pero hay algo que no cambia y es el gusto y preferencia por OREO, la galleta más famosa del mundo, que cada 6 de marzo celebra su día especial.
La historia de OREO se remonta al año 1912, en Nueva York, Estados Unidos y fue creada por Nabisco, National Biscuit Company en ese momento. Hoy la empresa Mondelēz Internacional es la encargada de llevar las dos galletas de chocolate, unidas por una capa de crema de vainilla a más de 100 países y ostenta el lugar número uno del mundo por volumen de venta. En Costa Rica, la marca ha ganado terreno mediante recetas populares y alianzas estratégicas con comercios, restaurantes y el mundo del entretenimiento; como su unión con la película Transformers que brindó una experiencia única y divertida a todas las edades.
Según un estudio de Euromonitor Internacional, la categoría de Galletas Dulces y barras de snacks en Costa Rica ha mantenido un crecimiento sostenido en ventas en los últimos cinco años, inclusive durante la pandemia, y pasó de 73.3 mil millones de colones en 2018 a 112.3 mil millones de colones en 2023.
En respuesta al cambiante escenario del mercado de snacks en el país, compañías como Mondelēz International, líder en la categoría de galletas en el mundo, ven la innovación como un gestor de adaptación a las necesidades y preferencias de los consumidores.
“Buscamos fomentar el hábito de disfrutar conscientemente de nuestros snacks, promoviendo la alimentación con intención y atención, trayéndoles beneficios al permitirles construir una relación sana con la comida» afirmó Silvia Saenz, Nutricionista de Mondelez International.
Además, OREO tiene un vínculo especial con el país: el récord Guinness por la galleta rellena de crema más grande del mundo, hecha en Costa Rica en el año 2021.
OREO, la galleta que evoluciona y permanece entre las generaciones busca crear momentos de conexión en familia e invita a los consumidores a jugar mientras la comen. Es un ritual: abrirla, saborear la crema y mojarla en leche, así se ha consumido por décadas la centenaria galleta.