La alimentación es la principal fuente de salud del ser humano. Una dieta equilibrada aporta al organismo la cantidad de nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento, evitando así desarrollar posibles enfermedades. En este sentido, cuidar nuestra alimentación sería un tratamiento preventivo, orientado a reducir las enfermedades causadas por deficiencias en el organismo.
Fuente: http://www.saludalia.com/
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mala alimentación es el origen de una respuesta del sistema inmunológico deficiente, la alteración del desarrollo físico y mental, y la causa directa de diversas enfermedades, así como el agravante de otras. En datos de este organismo, 2.7 millones de personas mueren anualmente a consecuencia de una dieta deficiente de frutas y verduras, por ejemplo.
A lo largo de los años, se ha descubierto que muchas de las enfermedades comunes en el pasado eran consecuencia de una mala alimentación. El escorbuto, por ejemplo, que tanto impacto tuvo en el pasado (sobre todo entre marineros), estaba causado por la deficiencia de vitamina C.
Hoy en día, el acceso a una alimentación más variada ha mejorado el estado de salud general permitiendo, entre otros muchos avances el ámbito sanitario, aumentar la esperanza de vida del ser humano.
Sin embargo, el ritmo de vida actual, los cambios en el proceso productivo de los alimentos procesados o simplemente la pereza a la hora de cuidar la dieta, han supuesto un cambio importante en el estado de salud general de los habitantes de países desarrollados como el nuestro. Limitar los nutrientes esenciales para el organismo, o abusar de consumo de determinados productos puede provocar un desequilibrio en nuestro estado de salud.
Algunas de las enfermedades más comunes en la actualidad, relacionadas con la mala alimentación son el sobrepeso y la obesidad (causada por una ingesta excesiva de calorías), la diabetes (consumo de grasas saturadas y comidas calóricas), la osteoporosis (falta de calcio), la hipertensión (abuso de sal), gota (asociada al consumo de carne roja, alcohol y mariscos), caries (alimentos azucarados), o problemas cardiovasculares (exceso de grasas y reducción de ácidos grasos esenciales).
En este ámbito, las ciencias de la alimentación promueven los estudios relacionados con los efectos que los diferentes alimentos tienen en el estado de salud general de la sociedad, promoviendo hábitos alimenticios saludables, base para evitar enfermedades y dolencias.
Blogs como El Saber Culinario tratan de aportar información sobre una dieta equilibrada, a la vez que propone recetas para llevar un estilo de vida más saludable, además de proponer consejos clave para asegurar el buen estado de los alimentos y evitar así infecciones o indigestiones por el consumo, por ejemplo, del pescado crudo o de recetas con huevo.
Una forma amena de conocer el origen de los alimentos y cómo afectan éstos a nuestro estado de salud.