Reír permite quemar calorías y hace sentirnos mucho más optimistas. Favorece las relaciones interpersonales y el funcionamiento cardíaco
¿Sabías que existen estudios científicos que demuestran que la risa tiene innumerables beneficios? Reír es una de las mejores terapias, un método natural y gratuito de levantar el estado de ánimo. Hay pocas cosas en la vida tan placenteras como reír a carcajadas. Aunque se trate de una acción cotidiana, cuando reímos parece como si por un instante los problemas y las preocupaciones quedaran atrás. Todos hemos oído hablar de los beneficios de la risa, de que ayuda a eliminar el estrés y está relacionada con la salud.
Pero si vamos más allá del plano psicológico y social, descubriremos que también mejora el estado físico del cuerpo. La risa desencadena una serie de mecanismos que activan y contraen una amplia cadena de músculos, que van desde la cara hasta la zona pélvica, pasando por la pared abdominal. Un ataque de risa se asemejaría a una minisesión de ejercicios aeróbicos. Se estima que reír cien veces equivaldría a unos 15 minutos de bicicleta o 10 minutos en una máquina de remo.
La risa no sólo estabiliza la presión sanguínea, oxigena la sangre y reduce el dolor y la cantidad de hormonas que segregamos en situaciones de estrés. Además de estimular los órganos vitales y favorecer el funcionamiento cardíaco, fortalece el sistema inmunológico. Contribuyendo, por tanto, a protegernos de las infecciones que causan enfermedades. Pero la risa, al igual que el ejercicio físico, también permite quemar calorías y dispara la producción de endorfinas por parte del cuerpo. Hablamos de unos analgésicos naturales que causan sensación de placer.
Como podéis comprobar, reírse tiene más beneficios de los que pensamos, tanto psicológicos como físicos. No se trata de hacer uso de la risa para adelgazar, ya que no servirá de nada si no te ejercitas regularmente y te alimentas de manera sana y equilibrada. Reir aporta la energía y la vitalidad que necesitamos a diario y estimula un comportamiento más positivo. Protege nuestra salud y nos hace ser más optimistas, por lo que es importante que le pongamos una nota de humor a la vida.
Hay que liberarse de las inhibiciones y reír con asiduidad y de forma espontánea. Esta será nuestra mejor carta de presentación, el certificado de nuestro equilibrio y bienestar emocional. Estira la comisura de los labios e intenta sonreirle al mundo. La conclusión es simple: ríe, ríe con ganas. Pero ten cuidado porque, si estamos en grupo, la risa puede ser contagiosa. Una vez que empiezas, lo difícil es parar de reír y sería extraño que no te acabe doliendo la mandíbula.