Las fiestas no tienen que ser sinónimo de gordura. Algunas actividades relacionadas con el fin y principio de año le ayudarán a perder peso. Conózcalas aquí.
Por BBC Mundo
Pareciera que ganar peso es tan inherente a la Navidad como Santa Claus, el árbol, las luces y los regalos. Correr algunos kilómetros a diario o hacer unos cuantos largos en la piscina de forma regular son maneras de sobra conocidas para mantener los kilos a raya.
Pero existen otras formas que posiblemente ni sospechas de quitarte de encima las calorías de más y de llegar a fin de año dispuesto para otro exceso.
BBC Mundo explica algunas de estas alternativas.
1. Compre hasta desfallecer
Santa ya pasó por casa a dejar sus regalos, pero aún hay excusas para ir de shopping. En muchos países es temporada de rebajas y en los que no siempre hay ofertas y descuentos especiales. Esta actividad, si se hace a conciencia, es una buena manera de quemar calorías.
La clave está en visitar varias tiendas, ir de comercio a comercio a pie y evitar las escaleras mecánicas. Esto aumentará su ritmo cardíaco y trabajará la resistencia, sobre todo si se hace cargado de bolsas y paquetes.
Según los expertos, empujar un carrito lleno hasta arriba por los pasillos de un centro comercial durante media hora te hace gastar unas 100 calorías. Lo que se convertirá en varios cientos durante una larga jornada de compras.
2. Empaque la decoración navideña
Puede que quitar la decoración de Navidad no le parezca una tarea particularmente agotadora, pero le sorprenderá saber cuántas calorías puede quemar empacando.
Si lo hace a un ritmo vigoroso, y además tiene que subir varias cajas de adornos al ático o bajarlas al garaje, más aún si tiene que guardar el árbol, será casi como practicar deporte. Durante una hora puede llegar a gastar 350 calorías; el equivalente al contenido del postre de la cena de Nochebuena o del último trago de licor.
3. Limpie como loco
Si empacar es desgastante, limpiar no lo es menos. Y en el periodo navideño, sobre todo si se tiene invitados, suele haber mucho para lavar, fregar y reordenar.
Sacudir los polvos durante media hora hace que gaste unas 80 calorías, planchar unas 75 y trapear 70. Si decide pasar la aspiradora, la cifra sube hasta 120, el número de calorías que hay en un vaso de vino tinto.
Además, si los invitados se quedan a dormir, le tocará también cambiar sábanas, lo que aumentará el gasto energético.
4. Cocine, pero sin estar probando
La cena del 31 de diciembre augura otro exceso culinario. Pero para comer alguien tiene que cocinar. Y quien lo haga, aún sin saberlo, estará quemando parte de las calorías que consumirá después.
Preparar un menú completo puede gastar hasta 70 calorías, siempre que no deguste los deliciosos platos con la excusa de comprobar la cantidad de sal.
Si encima le toca poner la mesa y tiene que recorrer varias veces la distancia entre la cocina y el comedor, el gasto de energía será mayor. Y si después de comer nadie le ayuda a lavar los platos, le consolará saber que cada 15 minutos que invierta en la tarea gastará 40 calorías.
5. Deje el trago y baile
Muchas de las fiestas de la temporada de fin de año terminan en una pista de baile. Siempre está la opción de quedarse cerca de la barra, con el trago en la mano.
Pero si su intención es quemar calorías, la opción más inteligente es lanzarse a bailar. Con sólo 30 minutos moviendo el esqueleto se puede llegar a quemar hasta 195 calorías. Y cuanto más enégico sea el baile, mayor será el gasto calórico.