Su consumo es muy bueno para el cuerpo humano. Ayuda a la digestión, desintoxicación y prevención de enfermedades. Que no sea solo para el Año Nuevo, es una fruta rica en agua y fibra.

Por Portafolio

Llegaron las fiestas de fin y principio de año; para muchos es tradición servir 12 uvas y comerlas una a una pidiendo deseos para el año que llega. Hoy los expertos nos cuentan las bondades de las uvas y desmienten el mito que las uvas son malas para el colon.

La tradición nació en España, donde cada uva significaba las campanadas que se escuchaban al llegar las 12 de la noche el último día del año; este ritual se extendió a muchos países de Hispanoamérica haciéndose una costumbre. No importa el color de la uva, roja, verde o morada, todas son servidas el 31 de diciembre y ayudan a la salud de los seres humanos.

Al consumir uvas muchas personas experimentan activación de su sistema digestivo confundiéndolo con indigestión, lo cual los lleva a evitar esta fruta en sus comidas.

El doctor Roberto Jarava, nutricionista clínico de Coomeva EPS, explica lo que sucede y desmiente el mito.

“Cuando se come muy mal todo el año, en especial en las fiestas de diciembre y en la noche del 31 se consumen uvas, que es un alimento rico en fibra y que ayuda a la liberación de sustancias y desechos del intestino, suelen presentarse deposiciones más suaves o liquidas que no necesariamente significan una indigestión. La uva es una fruta con mucha agua y fibra, y por ello genera esta clase de evacuaciones que son benéficas para el organismo, pues le ayuda a limpiarse”.

Aunque el consumo de uvas hace parte de nuestra celebración del 31 de diciembre, y resulta bueno para la salud y para nuestra esperanza de un nuevo año con prosperidad y éxitos, es mejor consumirlas en nuestro menú cotidiano, en cantidades de 15 a 20 unidades, y en las mañanas gracias a su alto contenido de azúcar, permitiendo el gasto calórico durante el día.