A pesar de ser una práctica milenaria, el yoga tendrá, este 21 de junio, su primer festejo mundial.
La decisión, impulsada por la ONU a finales del 2014, de festejar el Día Internacional del Yoga cada 21 de junio, pretende resaltar los beneficios tangibles e intangibles de esta disciplina que atraen a tanta gente en todo el mundo desde hace más de 5.000 años.
De acuerdo con la Asociación Costarricense de Yoga, esta disciplina aporta claves para el equilibrio físico, emocional y mental de quien la practica y abre las puertas hacia una conexión interior profunda.
“Nos beneficia en los aspectos físicos más inmediatos como es la disminución en la carga de estrés y una mejoría notoria en el estado de salud general. Al lograr un efecto de armonía interna en el individuo, fomenta una verdadera cultura de paz”, aseguran en su sitio.
MODALIDADES
Existen diferentes modalidades para practicar yoga, que van desde el tradicional que se realiza sobre un mat en el piso, hasta otras que se hacen en el aire, apoyados en telas.
En Andamio Escuela de Movimiento se imparte una modalidad denominada AntiGravity ® Yoga, cuyos orígenes se remontan a la década de los noventa, cuando el gimnasta, acróbata y bailarín Christopher Harrison adaptó la técnica que originalmente era practicada por atletas y gimnastas del equipo de AntiGravity a varios pies de altura y la hizo factible de realizar por el público en general.
“Actualmente, AntiGravity® Yoga es una técnica que fusiona gimnasia, danza, pilates, calistenia, artes aéreas y yoga tradicional, pero invirtiéndolas, literalmente, utilizando la hamaca Harrison para hacerlo. Estas inversiones descompresionan las articulaciones y alinean el cuerpo de pies a cabeza”, explicó la instructora Melania Fernández, quien considera que esa descompresión es el principal beneficio que se consigue al practicar esta modalidad de yoga.
Fernández, quien imparte AntiGravity® Yoga en Andamio Escuela de Movimiento, explicó que en otras modalidades de yoga, como el tradicional, también se hacen inversiones pero que estas implican algún tipo de apoyo en el suelo.
“Piénsese en la parada de manos, por ejemplo, donde las manos están apoyadas sobre el piso. En AntiGravity®, en cambio, las inversiones –incluida la parada de manos– se hacen en suspensión, dejando el cuerpo en la hamaca. Esto lo que logra es una descompresión de las vértebras sin presión alguna”, detalló la fundadora de Andamio Escuela de Movimiento.
Además de la descompresión, estar invertido logra otros beneficios, como oxigenar el cerebro, renovar el flujo sanguíneo en los vasitos capilares del cutis o, simplemente, darle otra perspectiva la cotidianidad. Por eso, Fernández considera que esta técnica logra incrementar la salud general y la agilidad física de quien la practica, mientras se divierte y realiza movimientos creativos y hermosos.
Otras modalidades de yoga que se imparten en Costa Rica incluyen el acroyoga (yoga acrobático), el doga (yoga con perros) o el BabyYoga (yoga para padres e hijos). Todas ellas benefician a quien lo practica de manera singular y pueden resultar complementarias entre sí.
“Nunca se estará demasiado joven o demasiado viejo para practicar yoga. En Andamio Escuela de Movimiento impartimos lecciones desde los 5 años y tenemos alumnos de más de 65 años y todos ellos se benefician de mejorar su fuerza, su flexibilidad, su condición cardiorrespiratoria y su conexión espiritual con el momento presente en cada lección”, dijo Fernández, quien invitó al público en general a festejar, con el resto del planeta, la existencia de una disciplina tan beneficiosa como esta.