Marca 2:04.01, la novena mejor marca de la historia, después de correr la mayoría de la prueba con las plantillas por fuera de las tenis.
Por El Mundo
Era el momento de Eliud Kipchoge. Guardó su oro mundial de París 2003 en 5.000 metros y sus dos medallas olímpicas. Olvidó el tartán y se adaptó al asfalto. Acabó segundo en su estreno en la maratón de Berlín hace dos años, venció la temporada pasada en Rotterdam y Chicago y la última primavera dominó en Londres. Era el momento de Eliud Kipchoge.
Llegaba de nuevo a Berlín, donde todo encaja, clima, recorrido y liebres, y lo hacía en la edad óptima, a los 30 años. Lo sabía el menudo keniano e incluso prometía lo imposible. «Puedo bajar de las dos horas. Soy capaz de correr dos medias en 59:59», aseguraba en la previa y, en algún momento este domingo, en los primeros kilómetros, pareció una posibilidad. Pero algo falló.
No fueron sus piernas, que cumplieron con lo previsto. En el kilómetro 32 se marchó del resto de favoritos, su compatriota Moses Kiptanui, segundo, y el etíopeFeyisa Lilesa, tercero, y se fue atacar el récord mundial. No lo consiguió por poco más de un minuto: acabó con un meritorio tiempo de 2:04.01, su mejor marca de siempre, la novena mejora marca de la historia, otra exageración.
El problema residió en sus tenis, que no dieron la talla. En una carrera organizada por Adidas, donde ‘colar’ un vencedor propio es una bendición publicitaria, Nike sufrió un bochorno. Kipchoge tuvo que correr la mayoría de la prueba con las plantillas en huida, medio salidas, con el consecuente incordio. ¿Se amarró mal los cordones? ¿Le dieron unas plantillas inadecuadas? Quedará la duda.
Resultados masculinos
Poder femenino
Gladys Cherono se mantuvo siempre a la delantera entre un cuarteto de las mujeres. En enero de este año, la keniana logró un impresionante debut en una maratón, con un tiempo 2:20:03 en Dubai.
En esta oportunidad, tuvo una inyección en el ritmo bajar de 2:20. Gladys Cherono corrió a través de la Puerta de Brandenburgo y en la línea de meta en 2:19:25, el tercer mejor tiempo de una mujer en Berlín, a sólo 13 segundos más lento que el récord establecido por la japonesa Mizuki Noguchi hace diez años. «No esperaba correr tan rápido y estoy encantada de ganar y la forma en que lo hice», dijo la keniana.