Antes de recurrir a productos vendidos en farmacias, es bueno recordar que muchos alimentos ya tienen propiedades ligeramente laxantes
Por BBC Mundo
Cada uno tiene su fórmula. Desde jugo de ciruelas a plátanos con miel o semillas de lino molidas. Son muchos los remedios naturales usados para combatir el estreñimiento. Suele considerarse que alguien sufre de estreñimiento cuando tiene dificultades para evacuar por un período que supera las 72 horas.
El estreñimiento puede ser consecuencia en algunos casos de ciertos medicamentos, del consumo de suplementos como hierro o de enfermedades que requieren atención médica. Pero en la mayoría de los casos las dificultades para evacuar se deben a la deshidratación o una alimentación poco adecuada.
Antes de recurrir a productos vendidos en farmacias, es bueno recordar que muchos alimentos ya tienen propiedades ligeramente laxantes.
Ciruelas
Las ciruelas secas o su jugo han venido siendo usadas durante generaciones. Un consejo popular es colocar unas tres o cuatro ciruelas secas en un vaso con un poco de agua antes de irse a dormir, y en la mañana ingerir la fruta junto con el líquido. Las ciruelas son ricas en fibra. Una ciruela seca contiene cerca de un gramo de fibra.
También contienen una sustancia llamada sorbitol, un tipo de azúcar fermentable al que se atribuye su efecto laxante. Un estudio publicado en 2014 por investigadores de la escuela de medicina del Kings College en Londres, Reino Unido, concluyó que «en el caso del estreñimiento, las ciruelas parecen superiores que el psilio o ispagula para mejorar la frecuencia de evacuaciones y consistencia de la materia fecal. El psilio es una hierba que tiene propiedades laxantes.
Semillas de lino
Tienen un alto contenido de fibra, ácidos grasos omega 3 y ligeras propiedades laxantes que pueden ayudar a mejorar el movimiento intestinal. Una cucharadita de semillas molidas tiene dos gramos de fibra.
Algunas personas prefieren poner en remojo una cucharada de semillas de lino en un vaso de agua, dejarlo reposar toda la noche y beberlo a la mañana siguiente en ayunas. Pero suele recomendarse molerlas semillas, ya que el organismo no puede digerirlas.
Basta utilizar un molinillo para moler las semillas de lino, que pueden entonces consumirse con un poco de agua o ser espolvoreadas en licuados o ensaladas.
Manzanas y bananas
Las manzanas contienen pectina, una sustancia que contribuye al funcionamiento correcto de los intestinos. Investigadores del Instituto Nacional de Alimentos de la Universidad de Dinamarca descubrieron que las manzanas pueden favorecer la salud intestinal al aumentar el número de bacterias saludables, que se alimentan de pectina. (BMC Microbiology 2010, 10:13)
Las bananas, por su parte, tienen un alto contenido de fibra. Una pieza aporta cerca del 10% de la cantidad diaria recomendada.
Vegetales de hojas verdes
Los vegetales verdes como el col rizado, las endivias y la espinaca son una buena fuente de fibra y de aceites grasos Omega 3, que ayudan al movimiento de los intestinos. Y el beneficio que aportan es doble, ya que también tienen un alto contenido de magnesio, que tiene propiedades laxantes. El Servicio Nacional del Reino Unido recomienda en su sitio consumir entre 18 y 30 gramos de fibra al día.
Café
El consumo de café promueve el movimiento del intestino en algunas personas. Y el efecto puede producirse en cuestión de minutos. Sin embargo, no es ideal depender del café para corregir el estreñimiento, ya que la cafeína puede dificultar que el organismo establezca un ritmo natural.
Agua, tiempo y elevar las rodillas
Otro de los remedios naturales sugeridos en foros de salud incluyen la sopa de calabacín, el aloe vera, las semillas de sésamo y el aceite de oliva con limón,entre otros. Pero ninguna de las sugerencias anteriores será demasiado efectiva si no se consume suficiente agua. La cantidad recomendada es dos litros al día. En su sitio en internet, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, NHS por sus siglas en inglés, recomienda, además otros consejos, como realizar ejercicio.
Y también recuerda que es importante, aunque parezca obvio, dedicarle tiempo al hábito de la evacuación.
«Mantén una rutina, lugar y día, cuando tengas el tiempo suficiente y necesario para estar en el baño hasta evacuar. Y responde al patrón natural de tu cólon. Si sientes ganas de ir al baño, no lo postergues». Y la posición también parece ser importante.
«Por último, trata de colocar tus pies en una banqueta baja, para que tus rodillas estén más elevadas que tus caderas». Según el NHS, esa posición puede hacer que «evacuar sea más fácil»