Para mejorar la forma en que vivimos no hay que hacer grandes cambios. Basta con diez pequeñas cosas que nos darán excelentes resultados.
Cuando tenemos sobrepeso o estamos muy tensos tenemos la errónea creencia de que los cambios radicales en nuestra vida son la única forma para mejorar la salud. Lo que necesitamos son pequeñas variaciones en nuestra rutina, y al cabo de un tiempo los resultados nos sorprenderán.
La health coach e instructora fitness Nany Sevilla nos brinda diez pequeños cambios que ayudarán a bajar de peso y a tener un estilo de vida saludable.
- Crear un horario de alimentación saludable y horas de sueño.
Es necesario crear un horario de alimentación y horas de sueño. Nunca debemos dejar de lado el desayuno, el almuerzo y la cena. Necesitamos incluir dos meriendas diarias: una en la mañana y otra en la tarde.
Además, hay que dormir al menos siete horas.
- Llenar de color tu plato.
Agreguemos una fruta en el desayuno y en las meriendas. También podemos probar nuevos vegetales para el almuerzo y la cena. Los vegetales son claves para bajar de peso, y al comer más ensaladas vamos a tener más nutrientes y menos ingesta de calorías.
- No tomar calorías.
El agua debe ser nuestra bebida principal. Para calcular cuánta hay que tomar, solo debemos dividir nuestro peso en kilos entre seis o siete. El resultado es la cantidad de vasos necesarios. Evitemos las gaseosas y controlemos los jugos de frutas aunque sean 100% naturales. Evitemos los cafés o cocteles llenos de azúcar, más bien parecen postres.
- Cambiar los carbohidratos.
Cambiemos el pan blanco por el oscuro o integral. Controlemos las porciones de pasta, arroz y papas, y busquemos carbohidratos que tengan más fibra. Un ejemplo es la quínoa, que tiene proteína y es un superfood.
- Cuidar el exceso de salsas y aderezos.
Cuando vayamos a un restaurante, pidamos las salsas por aparte, tanto para ensaladas como para las carnes, así controlamos la cantidad que vamos a ponerle. Tratemos de cambiar los aderezos por aceite de oliva, limón y aceite balsámico. En los aderezos van escondidas muchas calorías.
- La palma de la mano es nuestra porción de proteína.
La palma de la mano nos dice cuánto comer. La palma abierta nos indica que tenemos cinco dedos, que son la cantidad de comida al día. La palma de la mano es el tamaño de la proteína y de los carbohidratos. Las manos abiertas es la cantidad de ensalada, y las dos manos un poco más cerradas es de vegetales cocinados. La yema del dedo es la cantidad de aceite. No comamos carnes fritas, procuremos que sean a la plancha o al horno.
- La grasa sana es necesaria.
No eliminemos las grasas de nuestra dieta. Por ejemplo, el aceite de oliva y el de coco son excelentes opciones. También tenemos el aguacate y las semillas como las nueces o las almendras. Digamos no a las grasas trans.
- Controlar los antojos.
No los tengamos a la vista en la casa, más bien disfrutemos productos saludables como las frutas. Cuando vayamos a comer los antojos que sea el día de premio, pero no todos los días.
- Convertir los momentos de comida en algo especial.
Nuestro momento de comida debe ser algo especial, eso significa que debemos aprender a disfrutarla con los cinco sentidos: verla, olerla, masticarla, escucharla. Si la masticamos correctamente, hasta que esté líquida, vamos a tener un metabolismo más acelerado y una mejor digestión.
- Ser activos
El ejercicio debe ser un momento de diversión, por busquemos la actividad que nos guste. El sedentarismo nos está destruyendo, entonces salgamos a caminar, juguemos con nuestros hijos y así evitamos la obesidad.