Consumo Moderado compatible con un estilo de vida saludable
Por Adriana Alvarado
Desde el punto de vista nutricional y según las normas dietéticas, el consumo moderado podría describirse como aquel en el que los hombres no exceden las 2 bebidas diarias y las mujeres no pasan de una bebida alcohólica por día.
Es importante tener en cuenta que un trago equivale a una bebida estándar que es aquella que contiene alrededor de 14 gramos de alcohol puro, por ejemplo una lata regular de cerveza, una copa de vino o una medida de cualquier licor destilado (vodka, tequila, cacique, etc).
El consumo excesivo de alcohol podría resultar en una inflamación del hígado e incluso cirrosis; aumento de la presión arterial, colesterol o triglicéridos; riesgo de cáncer de hígado, boca o colon, entre otros; alteración del sueño, el humor y la concentración; dificultad para coordinar y comunicarse; interacción con medicamentos como anticonvulsivantes, analgésicos o sedantes.
Por su parte, un consumo moderado puede significar una mejor salud del corazón en personas con riesgo de presión alta, diabetes, enfermedad vascular o enfermedad cardiovascular. También podría incrementar los niveles de colesterol bueno en la sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina y la coagulación sanguínea, lo que podría prevenir la formación de coágulos en arterias del corazón, cuello y cerebro.
Otro beneficio de la moderación en combinación con la ingesta de ácido fólico podría ser que se contrarreste el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer como seno o colon.
Además una bebida alcohólica antes de una comida puede mejorar la digestión y ofrecer un respiro relajante para un día agotador, puede funcionar como un tónico social y contribuir a la salud y el bienestar.
Para reducir la cantidad de azúcar y calorías de un trago se recomienda mezclarlo con soda, agua o bebidas light en lugar de bebidas azucaradas que podrían aumentar los síntomas de la goma al día siguiente. Luego de consumir alcohol es recomendable ingerir agua o una bebida hidratante sin azúcar antes de acostarse y al día siguiente desayunar huevos que contienen cisteína que es una sustancia que ayuda a desinflamar y a contrarrestar los efectos de la resaca.