Los investigadores recomiendan que toda persona que se somete a ejercicios que aceleran las pulsaciones de manera brusca e intensifican la respiración debería pasar por controles médicos.
Por BBC Mundo
Es un estudio basado en futbolistas profesionales, pero que tiene ramificaciones que abarcan a todas aquellas personas que en un momento determinado realizan trabajos físicos de alta intensidad.
Hablamos del asma inducida por el ejercicio, que según científicos de la Universidad de Kent puede afectar a tres de cada 10 jugadores.
Los investigadores recomiendan que toda persona que se somete a ejercicios que aceleran las pulsaciones de manera brusca e intensifican la respiración debería pasar por controles médicos para determinar su predisposición a sufrir los síntomas de esta enfermedad del sistema respiratorio.
De esta manera se podría prever su aparición y diseñar un plan de entrenamiento para mejorar el rendimiento.
Tos y sibilancia
En el estudio, que fue presentado ante la Sociedad Torácica Británica, 97 futbolistas en Inglaterra de dos clubes de la Liga Premier, uno de la Championship (segunda división) y uno de la League One (tercera categoría) fueron sometidos a pruebas médicas durante la pretemporada.
De ellos, 27 presentaron dificultades al respirar, lo que se conoce como asma inducida por el ejercicio, pese a que entre ellos hubo diez que no tenían un historial de la enfermedad o problemas en las vías respiratorias.
Cuando fueron tratados con la medicación apropiada, los síntomas -como opresión en el pecho, tos y sibilancia (el sonido agudo que se produce al paso del aire por los conductos respiratorios)- se redujeron considerablemente y la función de los pulmones mejoró con el paso del tiempo.
Los investigadores también encontraron que aumentaba el estado de forma aeróbico y el rendimiento en la cancha.
«Los clubes no pueden esperar a que los jugadores informen sobre los síntomas ya que no siempre son tan obvios y muchas veces se considera que son producto de la falta de forma», advirtió el doctor John Dickinson, de la escuela de ciencia del deporte y ejercicio de la Universidad de Kent.
Eso también ocurre con frecuencia en otros deportes y en personas que llevan a cabo entrenamientos de alta intensidad.
¿Qué es el asma?
- Es una enfermedad bastante común que es causada por la inflamación o hinchazón de las vías respiratorias que transportan el aire desde y hacia los pulmones.
- Puede generar sibilancia, falta de aliento, opresión del pecho y tos.
- Esto puede ocurrir después de estar expuesto a un elemento detonante como alérgenos (polen, pelaje de animales o polvo, humo de cigarrillos, gases, aire frío, ejercicio e infecciones de pecho).
- Puede afectar a personas de cualquier edad y la severidad de los síntomas varía en cada enfermo.
- El asma inducido por el ejercicio sólo ocurre durante o después de la actividad física.
Asimismo, los investigadores creen que los síntomas podrían empeorar si el organismo está expuesto a un aire seco y frío, a contaminación y otras variables que producen alergias como el polen.
Sin embargo, aclaran, se necesita investigar más para confirmar esta última hipótesis.
Lo importante, en cualquiera de estos casos, es la revisión.
«En algunas actividades deportivas, donde los pulmones trabajan duro y son propensos a estar frecuentemente expuestos a diferentes y exigentes condiciones externas e internas, tiene sentido que sean sometidos a chequeos médicos con regularidad», aconsejó la doctora Lisa Davies, médica consultora en vías respiratorias y presidenta del consejo de administración de la Sociedad Torácica Británica.
«De esta forma, si hay problemas con las vías respiratorias, se puede recibir el tratamiento adecuado».