Unos aseguran que afecta la fertilidad, otras que genera impotencia y hay algunas que señalan que causa sensibilidad.
Por BBC Mundo
La pregunta sobre si andar en bicicleta afecta la vida sexual de los ciclistas hombres es una de las mayores inquietudes para las personas que suelen utilizar este popular medio de transporte.
De ahí que existan muchas teorías y leyendas en relación al efecto que puede tener en los órganos sexuales masculinos el tiempo que se pasa encima de un sillín.
Unas aseguran que afecta la fertilidad, otras que genera impotencia y hay algunas que señalan que causa sensibilidad.
Ahora un estudio parece haber encontrado la respuesta.
Resultados alentadores
La investigación analizó los casos de más de 2.500 ciclistas y los comparó con los registros de más de 500 nadadores y casi 800 personas que salen a correr, diferenciándose así de las pequeñas muestras en las que se han basado la mayoría de estudios que se han realizado sobre el tema.
El grupo de ciclistas fue dividido entre los que rodaban más de tres veces a la semana durante dos años, promediando unos 30 kilómetros diarios, y los que no se acercaba a esos parámetros.
El doctor Benjamin Breyer, profesor de urología de la Universidad de California en San Francisco y coautor del estudio, explicó que «los resultados pueden ser alentadores para los ciclistas», agregando que «los beneficios para la salud de andar en bicicleta superan ampliamente sus riesgos».
Tras someter a todos los participantes a un intensivo cuestionario sobre su salud sexual, experiencias de adormecimiento genital o llagas producidas por el sillín, la investigación no encontró que las funciones sexuales o urinarias en los ciclistas fueran peores que en los nadadores o corredores.
El doctor asegura que la disfunción eréctil era algo que no se podía vincular directamente o exclusivamente con el andar bicicleta.
«Ciertamente estar sentado en un sofá o enfrente de una computadora durante ocho horas cada día es mucho peor para tu vida sexual y salud en general que andar en bicicleta», resumió.
Lo que sí encontró es que los ciclistas eran más propensos a sufrir de una constricción uretral, que puede restringir la circulación de la orina.
También hallaron que rodar parado durante más del 20% del trayecto reduce significativamente el riesgo de sufrir de adormecimiento genital, algo que también se puede lograr con un sillín adecuado.
«Hay diferentes diseños de sillín que ponen menos presión en el perineo, e ir variando entre estar sentado y parado definitivamente ayuda a evitar el adormecimiento de la zona», expresó Breyer.
Para el profesor de la Universidad de California es necesario ahondar con más profundidad en este último aspecto para determinar si tiene una relación directa con la bicicleta.