La chaya (Cnidoscolus aconitifolius) es un arbusto perenne domesticado por los pueblos mesoamericanos en la época precolombina.
Por Revista ES
La Universidad del Valle de Guatemala y Bioversity International, presentaron hoy el estudio sobre la Chaya y sus beneficios como un complemento alimenticio de bajo costo, fácil producción con altos contenidos nutricionales que pueden contribuir a la desnutrición de Guatemala.
Bioversity International es un centro de investigación para el desarrollo del CGIAR (Consultative Group for International Agricultural Research) que genera evidencia científica, prácticas de manejo y opciones de política para salvaguardar y utilizar la biodiversidad agrícola y forestal del mundo, con el fin de alcanzar y mantener la seguridad alimentaria y nutricional, su objetivo es trabajar en países de bajos ingresos en diferentes regiones donde la biodiversidad agrícola puede contribuir a mejorar la nutrición, resiliencia, productividad y cambio climático.
Actualmente Bioversity financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Unión Europea trabajan el proyecto "Integrando cadenas de valor agro-biodiversas, cambio climático y nutrición: empoderando a los más necesitados para manejar mejor el riesgo”. Este proyecto busca mejorar la producción, uso y comercialización de especies subutilizadas para apoyar la adaptación al cambio climático, fortalecer la seguridad alimentaria, nutrición e ingresos de comunidades pobres en Mali, India y Guatemala.
En Guatemala el Proyecto se ejecuta conjuntamente con la Universidad del Valle de Guatemala y se enfoca en un estudio profundo sobre la chaya (Cnidoscolus aconitifolius), también conocida como Espinaca Maya, la cual fue identificada a través de consultas con expertos y actores locales como una especie nativa con gran potencial para apoyar a una mejor nutrición.
Stefano Padulosi, Líder del proyecto FIDA-UE en Guatemala comentó, nuestro objetivo es
fortalecer las capacidades de los agricultores para manejar mejor los riesgos asociados con el cambio climático, malnutrición, y desempoderamiento económico mediante el uso de su agrobiodiversidad local. Este proyecto, aplica un enfoque holístico para identificar soluciones a múltiples desafíos de la oferta y demanda que enfrenta la chaya.
La chaya (Cnidoscolus aconitifolius) es un arbusto perenne domesticado por los pueblos mesoamericanos en la época precolombina, las hojas son altamente nutritivas, conteniendo cantidades significativamente más altas de proteína, fibra, calcio, potasio, hierro, ácido ascórbico y β-caroteno que las espinacas y otras hojas comestibles. La chaya puede mejorar la calidad de la dieta de los guatemaltecos rurales y urbanos, puesto que la planta produce hojas durante todo el año.
Debido a su alto valor nutritivo, tolerancia al calor y a la sequía, así como a los cuidados mínimos que necesita, esta planta puede ayudar a lograr sistemas alimenticios más nutritivos en Guatemala, actualmente estamos trabajando para promover el consumo en áreas que mayor alerta en desnutrición tienen, como las áreas de Chiquimula, indicó Dr. Rolando Cifuentes, Director del Centro de Estudios Agrícolas y Alimentarios (CEAA), Universidad del Valle de Guatemala.
Además de los abundantes beneficios nutritivos de la chaya, también es conocida por sus diversos beneficios medicinales, para enfermedades como: diabetes, obesidad, cálculos renales, problemas oculares, artritis, dolor de espalda, colesterol, laxante, diurético, estimulante de la circulación para mejorar la digestión, estimular la lactancia y endurecer las uñas, aumentar el calcio en los huesos y previene la anemia al reemplazar el hierro en la sangre.