Es verano, lo cual significa que quizás te hayas subido a una báscula y hayas decidido ponerte a dieta. Pero ¿qué tipo de régimen seguir?
Durante muchos años han prevalecido las dietas bajas en hidratos de carbono, que se basan en la creencia de que comer alimentos como pan blanco, arroz o pasta, que además tienen azúcar, es malo para la cintura.
El razonamiento detrás de estas dietas es que si comes muchos hidratos de carbono y azúcares, especialmente aquellos que no tienen fibra y el cuerpo absorbe rápidamente, aumentará el nivel de glucosa en la sangre.
A menos que quemes esa glucosa haciendo ejercicio, el páncreas producirá más cantidad de la hormona insulina para tratar de bajar la glucosa a niveles normales y se almacenará como grasa el exceso de azúcar de los hidratos de carbono.
Si hay demasiada grasa, especialmente grasa visceral en el abdomen, hay un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud, como diabetes de tipo 2.