Enojarse no vale lo que cuesta, estudios han revelado que no saber manejar las emociones negativas como la ira repercute en enfermedades crónicas.
Por El Salvador
Enojarse es permitir que las emociones negativas te embarguen, es perder el control, es ceder nuestra luz al lado oscuro. Al enojarnos nuestro cuerpo deja de ser nuestro y pasa a ser nuestra némesis. Sin embargo, descontrolarnos no es el único riesgo al molestarnos.
Estudios han demostrado que no saber manejar las emociones negativas como la ira repercute en enfermedades crónicas. Según la medicina china, cada emoción está relacionada con un órgano.
Así pues, las manifestaciones de ira intensa, de esas que nos suben hasta la presión arterial, terminan lastimando a nuestro hígado; los estados depresivos dañan a nuestro corazón; la preocupación, los pulmones y el miedo, los riñones y el estómago, por solo mencionar unos cuantos.
No se trata de que contengas tus emociones, sino de que aprendas a manejarlas. Es normal que estas se hagan presentes en positivo o en negativo, porque somos emociones así como somos carne y hueso. El problema radica cuando se adueñan de nosotros, al punto de dictaminar nuestros estados de ánimo, nuestras decisiones, nuestra vida.
Cada cosa que sentimos es una descarga de sustancias químicas en nuestro cuerpo, algunas nos hacen mucho bien y otras tantas mucho mal. Infortunadamente, no podemos decidir qué emoción sentir y cuál no, porque en la mayoría de los casos esto escapa a nuestro poder.
Lo que sí podemos hacer es preparar nuestro cuerpo para que cuando se den circunstancias que nos puedan hacer explotar nos encontremos en un nivel emocional tal que estas no nos afecten como lo harían cuando desde antes ya estamos alterados.
Lo que debes hacer:
Duerme suficiente
Por lo general, cuando no estamos bien descansados nuestro humor cambia y explotamos a la menor provocación.
No tomes las cosas de manera personal
No es simple, es cierto, pero si procuras ponerte en el lugar de la otra persona distraerás la emoción negativa.
Concientízate de que no es buena idea tomar decisiones cuando estás enojado
No es decirlo, es hacerlo; aprende a esperar a que pase la tormenta para pensar en qué hacer en función de lo que haya sucedido.
Piensa en las consecuencias
A veces esto es suficiente para poner un freno de mano al coraje. No pierdas lo más por lo menos.
Haz ejercicio
Cada persona es distinta, así que con base en tu personalidad será el tipo de entrenamiento. Los ejercicios de relajación como el yoga son los más recomendables, pero algunas personas requieren de algo más intenso para sacar las emociones.