Alcance su peso ideal y corra más rápido

Tres sencillas pautas que nos ayudarán a quemar mayor número de calorías en nuestras sesiones de entrenamiento, y cumplir con los objetivos marcados.

Por Vamos a correr

Hay que ser conscientes de que mantenernos en nuestro peso ideal nos permite correr más rápido. Pero también nos reporta una menor tensión e impacto sobre nuestros músculos, articulaciones y huesos. Tal circunstancia redunda en que se reduce notablemente el riesgo de padecer posibles lesiones.

También queda claro que para quemar mayor número de calorías, necesitamos la actividad física. Y desde luego, como es evidente, no todos los ejercicios queman las mismas calorías, e incluso la manera de ejecutar un mismo ejercicio puede hacer que se consuman un mayor número de calorías.

En este sentido, si lo que buscamos cuando entrenamos es perder peso, en las próximas líneas, proponemos tres sencillas pautas para adelgazar mientras nos ejercitamos.

Incrementar la intensidad del entrenamiento

Este aspecto resulta importante porque aquí entra en juego el denominado concepto de la ‘postcombustión’, que hace referencia a las calorías consumidas tras la sesión de entrenamiento.

Entrenarse siempre al mismo ritmo nos permite mantenernos en un estado de forma óptimo. Sin embargo, con este planteamiento no se queman tantas calorías. Así que para aumentar la intensidad basta con ejercitarse más rápido. Y esto lo podemos lograr con el método fartlek, que combina diferentes cambios de ritmos con distintas distancias y tiempos.

También conviene tener presente que correr no es todo. Las sesiones de pesas nos sirven para impulsar nuestro metabolismo, y nos ofrecerá un gasto calórico extra, pero también nos ayudará a ganar fuerza. Un apartado vital para los corredores de fondo.

Aumentar el tiempo de entrenamiento

También resulta obvio que a mayor duración del ejercicio, mayor es el gasto calórico. Sin embargo, no todos los runners estamos acostumbrados a cubrir entrenamientos de larga distancia, con lo cual nos perdemos una buena opción de progresar, y de un eficaz mecanismo para perder peso.

Los entrenamientos de larga distancia producen cambios notables en nuestro propio organismo, ya que nos permiten gestionar mejor nuestras reservas de energía y la forman en que se contraen nuestros músculos para hacer frente a la aparición de la fatiga. Y es que correr cansado favorece un mayor consumo de calorías, una vez acabado el entrenamiento.

Mayor frecuencia de entrenamientos

El proceso de ‘postcombustión’ es más notable cuando la frecuencia de entrenamientoses mayor. Esto significa que se quemarán mayor cantidad de calorías, y se estará más cerca del peso ideal. No cabe duda que esta circunstancia es diferente en cada corredor, pero si nuestro plan de entrenamientos consiste en salir a correr tres o cuatro veces a la semana, aumentando un solo día, se estará más cerca de nuestro peso ideal, y por tanto lograremos quemar más calorías.

Cada runner es diferente, pero lo que conviene evitar es quedar atrapado en una rutina repetitiva de entrenamientos. La recomendación a seguir consiste en incrementar de forma progresiva la duración del entrenamiento, bien con la regla del aumento del 10% de la duración del ejercicio hasta llegar a una base de kilometraje en la que nos sintamos cómodos. O bien mantener un kilometraje determinado durante un plazo de dos o tres semanas para que nuestro cuerpo se adapte a esa exigencia física.

Incorporando estos tres principios al entrenamiento, no tardaremos en quemar un mayor número de calorías en cada semana programada de ejercicio. Lograremos alcanzar nuestro peso ideal, lo que nos permitirá correr más rápido en una carrera y culminar nuestros objetivos.

 

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