El último informe de ONUSIDA estima que 36,9 millones de personas en el mundo viven con VIH y de ese total el 0,6% (223,300) está en Centroamérica, región que junto con República Dominicana tendrá acceso a un nuevo medicamento antirretroviral para controlar y evitar la propagación del virus
Por Alejandra Soto
Cerca de 15,8 millones de personas cero positivas en el mundo tienen acceso a tratamiento antirretrovírico, medicamento que disminuye la morbilidad producida por el Virus de Inmunodeficiencia Humada (VIH), reduce la carga viral en el paciente y mantiene o mejora las defensas del organismo de los portadores del virus.
De acuerdo con Rafael Camero, Gerente Médico para Viiv Healthcare Latinoamérica, el nuevo tratamiento antiretroviral de reciente descubrimiento permitirá que pacientes que padecen VIH logren mejorar su calidad y expectativa de vida, además de reducir los efectos secundarios.
“Tiene la ventaja que es una sola dosis al día y es indicado en personas mayores de 12 años y que pesen más de 88 libras. La novedad de este medicamento es que es potente, tiene algo que se llama alta barrera genética de resistencia, lo que quiere decir que para el virus es más difícil que desarrolle resistencia con esta droga. Y el otro punto es que tiene mayor tolerabilidad que otros antirretrovirales, tiene menos efectos secundarios y es mayor tolerado”, aseguró Camero.
El especialista visitó recientemente Guatemala para hacer el anuncio del lanzamiento del nuevo medicamento, el cual hasta el momento está disponible en el sector privado bajo el nombre de Dolutegravir, de la casa médica GSK (GlaxoSmithKline).
“El tratamiento tiene aprobación desde el 2013. Ha sido aprobado por la FDA de Estados Unidos y por la EMA, agencia Europea. Ya tiene aprobaciones en toda América Latina, Norteamérica, Europa y los demás continentes. Desde el punto de vista privado ya está disponible, no así en lo público debido a que aún se está en el trámite de los permisos”, dijo.
Según el especialista, lo más importante no es sólo recibir el tratamiento sino recibirlo a tiempo, así como tener un diagnóstico temprano de la enfermedad. “Hay personas diagnosticadas, pero existe un porcentaje de personas que no saben que son portadoras de VIH por lo que siempre se hace un estimado. Para Guatemala son aproximadamente 53.000 personas, y de ese estimado aproximadamente el 34% son individuos que saben que son portadores de VIH y están dentro del sistema de salud”.
Los principales factores que determinan el éxito de una terapia antirretroviral para tratar el VIH son tres: eficacia, seguridad y adherencia, siendo esta última fundamental para mejorar la condición de vida de los pacientes. El principal desafío de una persona que vive con VIH durante su tratamiento es lograr la adherencia a largo plazo, es decir, sostener el tratamiento en el tiempo y no detener por ningún motivo la ingesta del medicamento.
