Asma, una enfermedad que no se cura pero sí se puede controlar

La Organización Mundial de la Salud estima que 235 millones de personas en el mundo padecen de asma, enfermedad que ha causando más de 250.000 muertes, pero que con el uso adecuado de medicamento, ejercicio y una alimentación saludable quien la padece puede llevar una vida normal.

Por Alejandra Soto

Niños, adolescentes y adultos, todos son propensos a padecer esta enfermedad, la cual consiste en una inflamación crónica en los bronquios, ductos por donde llega el oxígeno y el aire a los pulmones.

Según el neumólogo clínico de origen venezolano Gur Levy, especializado en trasplante de órganos y tejidos, “asma es una enfermedad que se va a caracterizar por unos síntomas predominantes: tos, que puede ser de día o de noche, falta de aire, pecho apretado y cuando a la persona se le oye un silbido en el pecho cuando está respirando”.

Se estima que una de cada 10 personas desarrolla asma en algún momento de su vida. Sólo en Centroamérica, 5,2 millones de pacientes padecen esta enfermedad, muchos sin saberlo o quienes lo saben no tienen un correcto control y tratamiento de la misma.

La mala alimentación, poco ejercicio y contaminación ambiental contribuyen a que hoy en día las personas sean más propensas a padecer asma, explica Levy. “No se sabe por qué pero esta enfermedad en los últimos 20 años se ha disparado y sigue incrementando”.

Sin embargo, en la actualidad los índices de mortalidad son bajos. Si bien es una enfermedad que no se cura, sí se controla, pero es importante que el paciente aprenda que el medicamento es inhalado y debe utilizarse correctamente, ya que en el 60% de los casos se usa de forma inadecuada.

“Se debe buscar que el paciente entienda que es una enfermedad controlable. ¿Cómo así?, cuando la persona pueda tener un día normal, que pueda ir al trabajo o al colegio sin problema, que no necesite usar medicación aliviadora más de dos veces a la semana”, explica el especialista.

Un punto importante según el neumólogo pediátrico, Aldo Navarro, es que el paciente asmático se rete a hacer actividad física, a hacer deporte, a buscar estilos de vida saludables. “Primero, es reflejo de que la medicación está funcionando, y segundo, eso le da más vitalidad al paciente, desarrollo pulmonar, resistencia, ejercicios, para poder robustecer masa muscular, lo cual ayuda a que el contexto del paciente mejore mucho más. Tenemos que retarlo para que use bien la medicación y dé la mayor capacidad física que pueda dar”, aseguró.

Actualmente existen tratamientos que permiten un buen control y ayudan a simplificar la vida del paciente, quien puede incluso llegar a usar el medicamento sólo una vez al día. “Hay excelentes medicamentos pero también debe haber un uso responsable de la medicación.

Tiene que haber un correcto diagnóstico, instruir cuánto tiempo debe usar el medicamento, hablar de la parte de seguridad como cualquier producto farmacéutico y en ese escenario dar la expectativa que asma no se va a curar pero se controla tan bien que uno puede vivir como que no se tuviera ninguna manifestación”, puntualizó Levy.

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