La OMS ha realizados varios llamados a reducir el alto uso de azúcar en las familias.
Por Consultas Nutrición
El azúcar es algo que está al alcance de cualquier persona en todos los hogares, ya sea para endulzar el café, el fresco natural, hacer recetas de postres, e incluso en forma de alimentos procesados que se encuentran empacados en la alacena de los hogares esperando a ser consumidos.
Lamentablemente a través de los años se ha observado que el azúcar añadido, aún en forma de edulcorante, puede producir un efecto tóxico en nuestro sistema, ocasionar adicción similar a la de drogas como la cocaína, ya que, al consumirla, el azúcar libera opioides y dopamina en nuestro cuerpo. Este es el vínculo entre el azúcar añadido y el comportamiento adictivo según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud.
“Nuestros antepasados tenían a mano el azúcar, pero tenían disponible el que viene de alimentos no procesados como el de las frutas, y cuando era época de cosecha, es decir, algunos meses en el año nada más. E incluso la miel que era cuidada por las abejas y no era algo al alcance de todas las personas en esa época. El humano y su evolución hizo que el azúcar fuera fácil de conseguir y ahora es algo que cualquier persona puede tener acceso a cualquier edad”, expone Melania Cevo, especialista de Consultas Nutrición.
En distintas ocasiones y desde 1989, La OMS ha hecho un llamado a las personas a reducir el uso de las comidas con azúcar refinado y limitarlos a un 10% de la dieta diaria de las personas, y en el 2015 volvió a hacer el llamado, pero a una reducción del 5% en la alimentación diaria de cada persona. Esto con el fin de evitar adicciones, sobre peso, y enfermedades relacionadas con el consumo del azúcar que pueden provocar problemas irreversibles a largo plazo.
La especialista hace un llamado a las personas y familias a realizar un cambio de conciencia a la hora de la crianza, con el fin de contrarrestar los daños que ha sufrido la sociedad por el consumo de azúcar.
Cevo expresa que, “un cambio de mentalidad, en la cultura es necesario para evitar más personas en condiciones de peligro por el alto consumo de azúcar, iniciando por la educación de los padres que pueden redireccionar a sus hijos a otro tipo de alimentación donde el azúcar no sea el protagonista de sus días.”
Gran parte del contenido de azúcar consumido diariamente viene de las bebidas, como el alcohol, bebidas con sabor a frutas, gaseosas, café y tés endulzados. Por otro lado, los snacks que son de consumo diario aportan una cantidad importante de gramos de azúcar en sus ingredientes, ya sea en brownies, galletas, el pan, aderezos para ensalada, yogurt e incluso en barritas energéticas “saludables”.
Estos alimentos son utilizados a diario por los padres para sus hijos, especialmente disfrazados en los cereales y meriendas que se acostumbran a consumir todos los días varias veces. Se pueden encontrar en las etiquetas en forma de sorgo, azúcar de caña, o jarabe de maíz.
Es necesario entender que en la realidad mundial dejar el azúcar a un 100% no es una meta realista ni es lo que se exige necesariamente para una buena salud, sin embargo, es importante realizar ajustes e informarse a la hora de comprar alimentos procesados que vayamos a consumir.
“Aprender a leer etiquetas con la ayuda del especialista, entender que no todo lo que dice light en la portada realmente lo es, bajar el consumo de alimentos procesados y buscar opciones más naturales y ricas en macronutrientes naturales son algunos de los pasos que las familias podrían seguir para bajar el alto
consumo de azúcar que hay en las casas”, apunta la especialista.
Acudir a una persona especialista en nutrición, le ayudará a establecer objetivos y herramientas importantes para aplicar en usted y su familia, con el fin de buscar estilos de vida, no restrictivos, pero balanceados y saludables.