“las relaciones sexuales al final son un ejercicio cardiovascular considerado como moderado o bajo, por lo que toda actividad deportiva que promueva o acompañe en este sentido es buena”.
Por El Salvador
¿Y cómo favorece el ejercicio físico a la hora de tener sexo? Pues para empezar contribuye a aumentar dos hormonas, muy aconsejables para esta relación, las endorfinas y la testosterona.
Las primeras son conocidas como las sustancias del placer. Se trata de pequeñas cargas proteicas liberadas a través de la médula espinal y del torrente sanguíneo.
Mejoran el buen humor, crean un estado de bienestar, de calma, reducen el dolor… y es porque son opiáceos naturales que llegan a ser hasta 20 veces más potentes que los medicamentos contra el dolor.
¿Cuándo las genera nuestro cuerpo? Cuando bailamos, al hacer deporte, cuando comemos chocolate, y cuando practicamos sexo.
En cuanto a la testosterona, es la hormona sexual masculina segregada especialmente en el testículo, pero también, y en menor cantidad, en el ovario y en la corteza suprarrenal, y tiene efectos morfológicos, metabólicos y psíquicos.
La sexóloga clínica Nayara Malnero, que desde hace siete años acerca la educación y la salud sexual a través de su canal SEXperimentando, explicó a EFEsalud el importante papel que también desempeña el deporte en el sexo a nivel físico.
Destaca su contribución fundamental a la regulación de la respiración, la elasticidad y la agilidad.
Pero, advierte, no todos los deportes están indicados para favorecer unas mejores relaciones sexuales.
La bicicleta profesional o intensiva y correr “pueden acarrear problemas relacionados con la disfunción eréctil y el bajo control eyaculatorio en los hombres, así como dificultades para la penetración en las mujeres”.
“De hecho hay ciclistas profesionales que tienen problemas”, dice Malnero.
Este tipo de deportes “golpean el suelo pélvico y pueden devenir en un bajo control eyaculatorio en los hombres y dificultades en la penetración para las mujeres, así como pérdidas de orina y de sensibilidad”.
Para prevenir y evitar los problemas de suelo pélvico, la sexóloga recomienda ejercicios que fortalezcan los músculos de debajo del útero, la vejiga y el intestino grueso.
Para las mujeres los propios orgasmos sirven como ejercicio de fortalecimiento.
También es efectiva una práctica tan sencilla como relajar y apretar los músculos que controlan el flujo de orina y que se recomienda hacer tres veces al día, sentada o acostada.
“Realizarlos de manera regular supone una preparación para la actividad sexual que, en la práctica, se traduce en un extra de placer tanto para hombres como para mujeres”, explica la sexóloga.
Para los hombres, la especialista recomienda también ejercicios tipo Kegel, que no son otra cosa, aunque no son fácil al inicio, que apretar los músculos que controlan el flujo de la orina.
Y volviendo al deporte, la relaciones sexuales al final son un ejercicio cardiovascular considerado como moderado o bajo, por lo que toda actividad deportiva que promueva o acompañe en este sentido es buena.
Hay además una relación directa entre el ejercicio físico, la pérdida de peso y la imagen corporal que también tiene que ver con el deseo sexual.
Pero el sexo “no tiene por que llevar a practicar más deporte, aunque si es verdad que sobre todo los hombres me preguntan si hacer más ejercicio físico mejora su resistencia y aguante en las relaciones sexuales”.
¿Qué opinan los más jóvenes?
Un porcentaje significativo de jóvenes no es consciente de cómo el deporte puede contribuir a mejorar la vida sexual, según se desprende del sexto barómetro “Los jóvenes y el sexo” elaborado por CONTROL, organización especialista en bienestar y diversión sexual.
El estudio, monitorizado por Alpha Research y realizado vía online a una muestra de 2,000 jóvenes españoles, hombres y mujeres, de entre 18 y 35 años, refiere que hasta un 50.8 % de los encuestados reconoce no dar importancia a que su pareja sexual haga deporte, frente a un 49.2 % que sí le da mucha o bastante importancia.
Entre los que respondieron que sí le dan importancia, el 60.1 % considera que es por su vinculación con la salud.
Pero llama la atención que hasta un 30.7 % destaca el cambio en el aspecto físico que supone el deporte para su pareja, en vez de por los beneficios que supondría tanto para su salud como para su vida sexual.
Ya sea por salud o apariencia física, lo cierto es que la práctica de actividad física regular genera más energía, una mente más relajada, sensación de bienestar y positivismo. Todos estos son factores que contribuyen a tener una vida sexual más constante y sana. Pues no se diga más, a ejercitarse se ha dicho, los expertos recomiendan como mínimo 35 minutos diarios al menos 4 días a la semana.