Unos kilos extra pueden ser un tormento. El problema es que la obesidad se ha convertido en una enfermedad mundial. Se debe hacer un alto en el camino y pensar en mejorar el estilo de vida.
Por Carolyn Hernández y Marianela Obando, nutricionista de Nutrifit
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una enfermedad crónica, caracterizada por el aumento de la grasa corporal asociada con mayor riesgo para la salud.
Según estudios, pocas enfermedades crónicas han avanzado en forma alarmante en la mayoría de los países durante las últimas décadas como ha pasado con la obesidad. Datos indican que desde 1980 la obesidad ha aumentado más del doble en todo el mundo. 1.500 millones de adultos tenían exceso de peso (2008) y cerca de 300 millones de hombres eran obesos.
Con estos datos alarmantes la OMS ha declarado la obesidad y el sobrepeso con el carácter de epidemia mundial. Además, representa una carga económica para los presupuestos destinados a la salud. Los cálculos indican que esta enfermedad es responsable de 44% de la carga de diabetes, 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre 7% y 41% de la carga de algunos cánceres.
Frenemos la obesidad infantil
Se ha dicho que las buenas costumbres deben empezar desde la infancia. Por lo que la buena alimentación y la incorporación del ejercicio en la vida debe iniciar desde que somos niños. Reportes de la OMS (2010) dicen que alrededor de 43 millones de niños menores de cinco años de edad tenían exceso de peso. Por eso hay que evitar que vengan con costumbres no tan saludables. Los pequeños con sobrepeso no solo corren mayor riesgo de convertirse en adultos con sobrepeso, sino que a menudo se les diagnostica al menos un factor de riesgo adicional de enfermedad cardiovascular, como altas de tensión arterial o colesterol en la sangre, sin dejar de lado la diabetes mellitus de tipo 2, que es cada vez más frecuente entre los niños.
Esos pequeños con estas enfermedades tienen en común la falta de ejercicio físico y la dieta poco saludable. Según la Asamblea Mundial de la Salud, la lactancia materna hasta los seis meses es una forma de ayudar a prevenir el sobrepeso infantil temprano.
¿Cómo comprar saludablemente en el supermercado?
Muchas veces las personas se dejan llevar por la etiqueta que dice “light” o “libre de grasas”, pero en realidad no saben con claridad el significado de los mensajes publicitarios. Por ejemplo, una estrategia muy utilizada es colocarle a los empaques de los confites “Fat free”. Automáticamente es relacionado con “dieta” y las personas los compran. El azúcar es libre de grasa, pero una vez que entra en su sistema, lo hará producir y acumular grasa fácilmente.
Para que no sea engañado deberá saber e identificar estas terminologías y leer la información nutricional y los ingredientes.
La siguiente lista está diseñada para orientarlo:
- Alimento libre de calorías:Cuando por porción contiene menos de 5 calorías, por ejemplo: Natuvia y gaseosas light.
- Alimento bajo en calorías:Cuando por porción el producto contiene no más de 40 calorías. Recuerde que en un empaque pueden haber varias porciones.
- Alimento light:Es al que le han reducido sus calorías en 30% con respecto al alimento de referencia o sin modificar, por ejemplo, helados light. Lo que quiere decir que si un producto es altísimo en calorías, suponiendo que aporta unas 600 kcal, su versión light solo debe ser un 30% menos; este producto tendría 420 kcal. Todavía son muchas calorías y en varias ocasiones solo porque es “light” las personas se comen el doble, por lo que termina siendo peor.
- Alimento libre de azúcar o sin azúcar:Cuando por porción de consumo contiene menos de 5 gramos de azúcar o sacarosa. Debe tener en cuenta que pueden contener otros azúcares como lactosa, fructosa, etc. Por ejemplo, los chocolates o mermeladas para diabéticos dicen libre de azúcar, porque técnicamente no tienen sacarosa (azúcar blanca), pero tienen fructosa, el azúcar de la fruta. El exceso de fructosa se convierte en grasa, por lo que de igual manera su consumo deberá ser moderado. Lo ideal es que su única fuente de fructosa sean las frutas.
- Alimento libre de grasas o sin grasas: Cuando por porción contiene menos de 0,5 gramos de grasa total, por ejemplo, los yogures descremados con 0% de grasa.
- Alimento bajo en grasas: Cuando por porción aporta un máximo de 3 gramos de grasa.
Tome en cuenta que todos los productos que encuentre en el supermercado están hechos para venderse. Si dicen “bajo en grasa”, por lo general tienen más azúcar; si dice bajo en azúcar, tiene más grasa.