El cuerpo responde al ritmo de la música con activación fisiológica que lo prepara para las exigencias físicas.
El entrenamiento en intervalos de alta intensidad se puso de moda, las secciones de Insanity o Crossfit son cada vez más comunes. Esto porque logran una alta exigencia física con una pequeña inversión de tiempo. Sin embargo, esa exigencia física puede resultar muy extenuante con el tiempo, por ello un grupo de científicos de la McMaster University se preguntaron si sería posible disminuir la percepción de agotamiento en los deportistas para que mejoren su rendimiento. Y la respuesta fue solo una: la música.
El estudio encontró que escuchar música cambia la experiencia de ejercicio, la mayoría de la gente al escuchar canciones enérgicas sienten que el ejercicio es más fácil y menos monótono. Para ello, el estudio reclutó 20 voluntarios jóvenes y adultos sanos, ninguno de los cuales previamente se había interesado en el entrenamiento de intervalos de alta intensidad.
Los voluntarios se sentaron y enumeran sus canciones favoritas y los investigadores crearon listas de reproducción personalizadas para cada voluntario. Cada voluntario regresó para hacer dos sesiones de intervalos de alta intensidad. Durante uno, escucharon su lista de reproducción seleccionada. En el otro, no escucharon música.
Todos los voluntarios informaron que los intervalos habían sido duros. De hecho, sus sentimientos acerca de la dificultad son casi idénticos, si habían estado escuchando música o no. Lo que es interesante es que las mediciones demostraron que su potencia fue sustancialmente mayor cuando escucharon música.
Sin la música, el entrenamiento les pareció con una dificultad de 8 en una escala de 0 a 10, donde 10 es insoportable. Con la música, cada intervalo todavía se sentía duro, pero las mediciones demostraron que trabajaron mucho eficientemente cada vez que cambiaban de ejercicio.
En conclusión, la música afecta el desempeño y percepciones durante el ejercicio intenso, y según el médico Stork esto es probablemente porque la música involucra «respuestas de excitación.» El cuerpo responde al ritmo de la música con activación fisiológica que lo prepara para las exigencias físicas.
Así que las personas también pueden recurrir a la música con la esperanza de ignorar mensajes insistentes de su cuerpo, como el dolor, el cansancio o la ansiedad, explica el médico.