Las personas emocionalmente saludables son capaces de hacer frente a los desafíos de la vida.
Por Revista ES
Incertidumbre, miedo, preocupación y el estrés son sentimientos que pueden crecer ante el cambio o crisis, en especial ante la nueva ola de casos de la COVID-19 con el inicio del año.
El temor a contraer el virus aunado al impacto que genera en la vida es normal y comprensible que afecte el bienestar físico y emocional de la población. De ahí la importancia de trabajar la salud mental de adultos y niños en casa, señala la enfermera Crisaline Torres, especialista en Salud Mental del Área de Salud de San Francisco-San Antonio, administrada por COOPESANA R.L.
En las últimas semanas, se ha registrado un aumento considerable de casos en todo el territorio nacional.
El Ministerio de Salud contabilizó 14.628 nuevos casos de COVID-19 en la semana del 2 al 8 de enero del 2022 mientras que del 26 de diciembre al 1 de enero sumó 3.385 personas contagiadas.
Para la segunda semana epidemiológica del año se registraron 26.672 casos.
La enfermera Torres señala que ante la nueva ola de casos positivos hay que reforzar las medidas sanitarias, y aún más las acciones para fortalecer la salud mental.
¿Cómo trabajar la salud mental? Mediante simples acciones, entre ellas rodearse de personas que inspiren a esforzarse a diario, madurar, crecer y sean congruentes en su forma de ser.
Adicionalmente, la enfermera Torres de COOPESANA R.L., brinda los siguientes consejos:
1. Planificar la vida. Es importante revisar semanalmente algunas actividades que se desean incluir en la cotidianidad, esto nos permite poner objetivos claros.
2. Caminar. No solo ejercita el cuerpo, sino que nos ayuda a meditar y despejar la mente.
3. Mantener una relación saludable con la comida: Es importante analizar si se tiene una alimentación sana y de ser necesario cambiar patrones nocivos aprendidos a lo largo de la vida, por ejemplo, saltar los tiempos de comida.
4. Evitar el estrés. Elaborar estrategias para disminuir los detonantes que estresan como expresar los sentimientos de manera apropiada. Además, de aprender métodos de relajación que incluyen respiración profunda, meditación y ejercicio.
5. Mantener el equilibrio. Lograr un balance entre el trabajo y las actividades recreativas.
6. Cuidar la salud física. Mediante hábitos saludables como hacer ejercicio, comer sano y dormir lo suficiente.
Por último, las personas que sientan un desequilibrio emocional que no puedan controlar deben buscar apoyo emocional en manos de un profesional.