¿Cómo tratar la esclerosis múltiple?

En el mundo 2,3 millones de personas padecen esta enfermedad.

Por Carolyn Hernández

Agnes Randel es una mujer que hace seis años llevaba una vida normal… trabajaba, hacía todo tipo de ejercicios y viajaba por el mundo. Hasta que un día, mientras jugaba tenis, dejó de ver la bola y los amigos le decían: “¿No piensa darle a la bola? ¿Ya no va a jugar?”. Esa situación hizo que la revisara un oftalmólogo y en su búsqueda encontró una respuesta que no esperaba. “Creí que era una cuestión de la vista, por lo que me fui a una óptica e inmediatamente me dijeron que mi problema se tenía que ver en emergencias del hospital. Pensé que era una exageración, pero siempre fui. Cuando llegué, de una vez me mandaron un TAC y se dieron cuenta que en mi cerebro había un montón de manchas”, explica Agnes.

En primera instancia, los médicos pensaron que se trataba de un parásito en el cerebro; pero con pruebas médicas la diagnosticaron con esclerosis múltiple (EM). Esta enfermedad no es tan común en Centroamérica. Sin embargo, sí tiene mayor incidencia en América del Norte y Europa. “La ubicación geográfica puede influir en las personas para que lo puedan desarrollar. Mientras se esté más cerca del Ecuador, hay menos probabilidad de que se presente. El motivo principal es que en esas zonas están menos expuestas a los rayos solares durante el año, por lo que los pacientes tienen un déficit de vitamina D”, señala la neuróloga Rosalba Angelina León.

¿Qué es esclerosis múltiple?

Es un trastorno crónico del sistema nervioso central que altera el funcionamiento normal del cerebro, nervio óptico y médula espinal. La evolución de la EM da lugar a un incremento de la pérdida de la función física (como la capacidad de caminar) y cognitiva (como la pérdida de memoria).

Aunque no se conocen sus causas, se sabe que es una enfermedad en la que el sistema inmunológico del cuerpo destruye la mielina de las neuronas, es decir, el recubrimiento que protege las fibras nerviosas, lo que afecta la conducción de los impulsos nerviosos.

La Doctora León señala que hay tres tipos de EM:

  • El mayor porcentaje de pacientes presenta el tipo brote remisión o remitente recurrente. Tienen síntomas agudos que regresan al estado normal o algunas veces no regresan totalmente, pero sí se recuperan.
  • Después llega un momento en la evolución y la naturaleza de la enfermedad en que esos brotes empiezan a disminuir. No obstante, la enfermedad progresa y aumenta la discapacidad del paciente. Esta etapa se llama secundariamente progresiva.
  • Hay otros subtipos de esclerosis múltiples, como la primariamente progresiva que no tiene brotes, sino que desde que inicia empiezan los síntomas a progresar. Sin embargo, esta es la menos frecuente.
  • Las edades involucradas para desarrollar la enfermedad está entre los veinte y los cuarenta años. Hay esclerosis múltiple pediátrica y en adultos mayores, pero con menos frecuencia. Cuanto más tiempo se pierda en dar un tratamiento específico el paciente, va ir evolucionando y llegará a tener discapacidades. El tiempo de diagnóstico y el tratamiento es importante

  • Ojo a los síntomas

    • Pérdida aguda de la visión, casi siempre unilateral con dolor de la movilización ocular
    • Vértigo e inestabilidad para la marcha
    • Adormecimiento y hormigueos en los brazos
    • Alteración de los esfínteres
    • Fatiga persistente
    • Pérdida de la memoria

Tratamientos posibles

El tratamiento para las recaídas tiene esteroides de breve tiempo. Busca disminuir la inflamación. Pero hay uno a largo plazo, que se llama tratamiento modificador de la enfermedad o preventivo, el cual está hecho para que no progrese aceleradamente la enfermedad.

El Gilenya (fingolimod) de Novartis es una terapia oral modificadora de la enfermedad para la EM Recurrente. Este producto actúa en la parte periférica de la inflamación y solamente se puede consumir por indicación médica.

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