Toda persona que bebe alcohol puede tener resaca, pero algunas son más propensas que otras.
Por Mayo Clinic
La resaca es un grupo de signos y síntomas desagradables que se presentan después de beber demasiada cantidad de alcohol. Si sentirse pésimo no fuera suficiente, las resacas frecuentes también se relacionan con mal desempeño y conflictos laborales.
Como regla general, cuanto más alcohol bebas, mayor es la probabilidad de que tengas resaca el día siguiente. Sin embargo, no existe una fórmula mágica que indique cuánto alcohol se puede beber sin peligro de tener resaca.
Si bien las resacas son desagradables, en su mayoría pasan por sí solas, aunque pueden durar hasta 24 horas. Si decides beber alcohol, hazlo con responsabilidad para que puedas evitar futuras resacas.
Factores de riesgo
Toda persona que bebe alcohol puede tener resaca, pero algunas son más propensas que otras. Una variación genética que afecta cómo se metaboliza el alcohol puede hacer que algunas personas se ruboricen, suden o vomiten después de beber aunque solo en poca cantidad.
Los factores que hacen que la resaca sea más probable o más grave son:
- Beber con el estómago vacío. Cuando no hay alimento en el estómago, el alcohol se absorbe más rápido.
- Consumir otras drogas, como nicotina, junto con el alcohol. La combinación del alcohol con el tabaco parece aumentar la probabilidad de despertarse con resaca.
- No dormir bien o lo suficiente después de beber. Algunos investigadores creen que los síntomas de la resaca generalmente se deben, al menos en parte, al sueño de mala calidad y ciclo corto que suele seguir a una noche de bebida.
- Tener antecedentes familiares de alcoholismo. Tener familiares cercanos con antecedentes de alcoholismo puede indicar un problema hereditario con la forma en que el organismo procesa el alcohol.
- Tomar bebidas alcohólicas de color más oscuro. Las bebidas de color más oscuro suelen tener un volumen alto de congéneres y aumentan la probabilidad de tener resaca.
Prevención
A pesar de que varios comprimidos y tabletas de venta libre dicen que previenen la resaca, la única forma garantizada de prevenirla es evitando el alcohol. No obstante, si decides beber alcohol, hazlo con moderación.
El consumo moderado de alcohol en adultos sanos significa beber máximo una copa diaria si eres mujer (de toda edad) u hombre de más de 65 años, y hasta dos copas diarias si eres hombre de menos de 65 años.
Mientras menos alcohol bebas, menos probabilidad de tener resaca tienes. Los siguientes consejos pueden ayudarte:
Come antes de beber y mientras bebas. Como el alcohol se absorbe más rápido cuando el estómago está vacío, comer algo antes de beber alcohol y mientras lo bebes puede ayudarte.
- Elige con cuidado. Las bebidas con menos congéneres tienen un poco menos de probabilidad de provocar resaca que las bebidas con más congéneres, pero recuerda que todos los tipos de alcohol pueden provocar resaca.
- Toma agua entre las bebidas. Tomar un vaso lleno de agua después de cada bebida alcohólica te ayudará a mantener hidratado y también a beber menos alcohol.
- Conoce tus límites y solo bebe con moderación. Decide de antemano cuántas copas vas a beber y no te excedas. Tampoco te sientas presionado a beber.
- Bebe lentamente. Evita beber más de una bebida alcohólica por hora. Deja de beber cuando llegues a tu límite (o antes).
Algunas personas toman analgésicos de venta libre, como aspirina o ibuprofeno (Advil,
Motrin IB, y otros), para prevenir los síntomas de la resaca. Sin embargo, pregúntale al
médico si esto es seguro para ti y qué dosis es la más adecuada. Estos medicamentos
pueden interactuar con otros, y el paracetamol (Tylenol y otros) puede provocar daños en
el hígado si lo consumes con demasiado alcohol.
Tratamiento
La única cura para la resaca es el tiempo, pero entretanto, aquí te decimos algunas cosas que pueden ayudarte a sentir mejor:
- Llena una botella de agua. Bebe sorbos de agua o de jugo de fruta para evitar deshidratarte. Resiste la tentación de tratar la resaca con más alcohol porque eso solo te hará sentir peor.
- Come algo ligero. Una dieta blanda con tostadas y galletas saladas puede mejorar la glucosa sanguínea y calmar el estómago. Un caldo puede ayudarte a reemplazar la sal y el potasio perdidos.
- Toma un analgésico. Una dosis estándar de algún analgésico de venta libre puede aliviarte el dolor de cabeza; sin embargo, la aspirina puede irritarte el estómago. Si consumes alcohol en exceso con regularidad, el paracetamol (Tylenol y otros) puede provocarte daños graves en el hígado, incluso en las dosis que antes se consideraban seguras.
- Vuelve a la cama. Si duermes suficiente tiempo, es posible que la resaca ya haya pasado cuando te despiertes.