Comer sano y en las cantidades adecuadas para su estatura, edad, sexo y grado de actividad física no es cuestión de verlo en Internet.
Por Ana Cristina Gutiérrez Font
Desde hace muchos años, las personas sienten una inmensa presión por verse y sentirse mejor. No es un secreto que el incremento de comidas rápidas, falta de tiempo para ir a comer a su casa y el estrés han provocado un aumento importante en la cantidad de personas con sobrepeso u obesidad.
Ahora, en ese intento por bajar de peso, muchas veces caen en intentos fallidos tratando de buscar cuál es la mejor dieta y la que las hace perder más peso. Primero que todo, ¿qué es dieta? Según los especialistas, una dieta es “la cantidad de alimento que se le proporciona a un organismo en un período de 24 horas, sin importar si cubre o no sus necesidades de mantenimiento. En resumen, es el conjunto de nutrientes que se absorben luego del consumo habitual de alimentos”. Por tanto, si usted es un tanto observador, el significado de esta palabra se enfoca en lo que una persona come al día, independientemente de las necesidades que tenga o actividad física. Debido a esto, nace la inmensa necesidad de siempre asesorarse bien a la hora de buscar un plan estructurado para bajar, ya que muchas veces este puede atentar contra el estado de salud.
Entonces en el camino usted se va a encontrar la persona que le receta medicamentos con receta verde, páginas en Internet, la dieta que siguió su amiga o su hermana o bien, tantas cosas que actualmente se escuchan.
En mi opinión, la mejor dieta es la que usted pueda mantener a largo plazo, que no involucre algún tratamiento y/o medicamentos que se usen con fines de bajar peso o bien, que no elimine productos importantes para su dieta. Esto quiere decir que incluya alimentos de todos los grupos: carbohidratos, proteínas, frutas, verduras, lácteos o grasas.
Cualquier plan –a excepción de personas que son intolerantes o alérgicas a alguno alimento– que excluya alguno hace que se vuelva poco realista y que usted la vea como algo momentáneo o temporal.
¿Y por qué la necesidad de todos estos grupos?
- Carbohidratos: Dan energía, aportan fibra –especialmente en su versión integral–, así como vitaminas del complejo B y algunos minerales importantes. Además, nuestra cultura los involucra en todas las festividades y si se eliminan, eventualmente se tiende a caer en su consumo de nuevo.
- Proteínas: Ayudan a mantener la masa muscular o bien, a construirla. Aportan aminoácidos esenciales para que el cuerpo se conserve fuerte y con suficiente músculo, y a mantener la saciedad.
- Frutas: Son fuente importante de vitaminas, fibra y agua, tres elementos fundamentales para una adecuada digestión y metabolismo de nutrientes.
- Verduras y ensaladas: Aportan vitaminas y minerales, fibra y agua. Asimismo, dan color a los platillos y aportan importantes antioxidantes.
- Lácteos: Fuente indispensable de calcio y proteína. Apoyan la salud ósea y a producir saciedad. También se ha relacionado el consumo de fuentes de calcio con una mejor salud cardiovascular.
- Grasas: Fuente importante de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, las cuales promueven adecuados niveles de colesterol en sangre. Además, aportan vitaminas liposolubles.
Ahora bien, comer sano y en las cantidades adecuadas para su estatura, edad, sexo y grado de actividad física no es cuestión de verlo en Internet. Lo que más se recomienda es visitar un profesional en nutrición que le ayude a promover un estilo de vida saludable y le dé una atención individualizada.
Un buen plan nutricional debe ir acompañado de actividad física, es decir, cualquier ejercicio que lo motive y le haga tener un rato agradable, sudar un poco y le proporcione bienestar físico. Caminar, trotar, bailar, nadar o hacer quehaceres domésticos van a ser una excelente forma de quemar un poco de calorías. Recuerde que lo importante es la constancia y no el tiempo; en otras palabras, inicie progresivamente desde quince a treinta minutos al día hasta lograr un tiempo de 250 minutos por semana.
Si necesita complementar su dieta, recuerde elegir un buen tipo de suplementos y apegarse a la recomendación de su médico o nutricionista.