La cirugía de cordales consiste en la remoción de los terceros molar.
Por Revista ES
Las cordales o muelas del juicio son las últimas piezas dentales en
aparecer, usualmente entre los 18-21 años de edad, es por eso, que un diagnóstico temprano entre
los 16 a 18 años, permite identificar el patrón de erupción de estas piezas dentales y así realizar el
procedimiento de cirugía en los pacientes.
Las cordales se deben extraer idealmente en un periodo de edad entre los 16 y 25 años, ya que
luego de esta edad, los molares tienden a perder su límite con el hueso, lo que las hace más
complicadas y por ende con un posoperatorio complejo que cuando se realizan a corta edad, caso
contrario ocurre cuando se realiza en la época en que inician su erupción entre los 18 a 21 años,
periodo en el que posiblemente no han terminado la formación de raíces y permite una cirugía más
rápida.
La cirugía de cordales consiste en la remoción de los terceros molar. Este es un procedimiento
quirúrgico que se lleva a cabo bajo anestesia local y donde se realiza una pequeña incisión en la
encía para la lograr la exposición del mismo y se retira el hueso que cubre el diente.
“La necesidad de retirar los terceros molares se determina por medio de un examen clínico y la
evaluación de una imagen diagnóstica con la radiografía panorámica, ahí se identifica la posición en
la cual se encuentra, si hay factores de riesgo y posibles complicaciones a futuro si no se retiran
oportunamente”, explicó Andrés González, especialista en cirugía oral y maxilofacial de la clínica
DentalPro Costa Rica.
González indicó que producto del paso de la evolución en el ser humano, se ha reducido el tamaño
de los huesos maxilares y que es por esta situación que han perdido la capacidad de ubicarse en la
boca y ejercer una función adecuada.
“Son pocas las personas en las cuales las cordales erupcionan de manera apropiada y ejercen una
función adecuada, inclusive el hecho de que estos se encuentran erupcionados, no quiere decir que
no deban ser extraídos, si son difíciles de limpiar o susceptibles a infecciones de la encía que los
cubre o caries, estos deben ser retirados”, agregó el especialista de la clínica Dental Pro.
Dentro de los cuidados que debe tener el paciente que se somete a esta cirugía es acatar
cuidadosamente las indicaciones que el cirujano le dé, de manera que tenga un posoperatorio libre
de complicaciones. Es imperativo que una vez concluido el procedimiento, el paciente se abstenga
de escupir, enjuagarse, hacer gárgaras o cualquier movimiento que genere succión dentro de la
boca, dado que esto puede llevar a que se desaloje el coágulo que se está formando en el lugar que
solía ocupar el diente y que tiene la función de cicatrización.
“Es necesario la aplicación de terapia con frío por fuera de la cara durante los dos primeros días
posteriores al procedimiento y terapia con calor realizada de la misma manera por cinco días más
hasta completar una semana, esto para hacer un control local del proceso de inflamación, así como
una dieta blanda, con alimentos fríos, el paciente se debe alejar de la actividad física durante la
semana posterior al procedimiento, tomar los medicamentos y asistir al control post quirúrgico”,
concluyó González.