Consumir alcohol reduce la cantidad de grasa que el cuerpo quema para obtener energía, pero a la vez puede ser un bebida engañosa.
Por Revista ES
Con la llegada de año nuevo muchos empiezan la rutina en el gimnasio debido al sentimiento de culpa que los agobia por comer de más durante el mes de diciembre. Lo que muchos no saben es que no solamente la comida lo lleva a aumentar de peso, las bebidas alcohólicas también son protagonistas de los kilos en su cuerpo.
Las calorías del alcohol se califican como «calorías vacías», es decir, sin valor nutricional. Consumir alcohol reduce la cantidad de grasa que el cuerpo quema para obtener energía.
Uno de las bebidas más comunes y universales, la cerveza, puede ser engañadora. Una lata de 330 ml de cerveza contiene unas 142 calorías, es decir, media hamburguesa. Pero consumir dos cervezas al día equivaldría a comerse unas 370 hamburguesas al año.
Entre los más calóricos está el ron. 50 ml de ron equivale a unas 120 calorías. Si a eso le sumamos 250ml de bebida cola, la reconocida «roncola» o Cuba Libre asciende a unas 225 calorías.
Y entre las bebidas alcohólicas más «light», es decir, que menos calorías aportan son el vino o los espumantes champaña, prosecco o cava cuya copa de 175 ml equivale a unas 133 calorías.
Sin embargo, tomar una botella de vino equivale a comerse más de tres hamburguesas. El problema es que no mucha gente es consciente de su ingesta de calorías cada vez que se va de copas.