Comer bien ayuda a correr más. Pero, ¿quieres saber algunos conceptos básicos?
Es cierto que después de entrenar se siguen quemando calorías. Y el efecto se incrementa si, justo después del entrenamiento, ingieres hidratos de carbono (para rellenar depósitos) y proteínas (para favorecer la recuperación muscular). En cambio es perjudicial no comer nada justo después de entrenar. Si los depósitos de glucógeno no se rellenan lo antes posible, el cuerpo tirará de reservas para abastecerte, lo que te debilitará. Se trata de estar flaco, pero no a costa de debilitarlo, lo que puede ser crucial para tu forma física. Lógicamente, evitando los alimentos que los producen.
Hay millones de bacterias anidando en nuestros intestinos. Cuando tratan de procesar carbohidratos de digestión difícil, como la fibra, producen gas. Los intolerantes a la lactosa tienen problemas parecidos. Como a todos no nos afectan igual, te recomendamos llevar un diario de comidas, para así saber cual es la que te producido esos gases. Existen comprimidos antiflatulencia, que no tienen contraindicaciones. Si la pérdida de peso se debe únicamente a la dieta, eso no significará que se vaya a correr más deprisa porque el aligeramiento puede ser debido a costa de músculo. En cambio una pérdida poco a poco gracias al entrenamiento y a dieta adecuada sí que significará correr más deprisa a igualdad de esfuerzo.
Es difícil dar una cifra, pero podría estimarse en una bajada en torno a los 3 segundos por kilómetro por cada kilo de grasa eliminado. Esa práctica puede servir para gozar de una mayor paz interior y para sentirse puro; pero no tiene sentido desde un punto de vista nutricional y atlético.
Debido precisamente a que estamos haciendo deporte ya eliminamos las toxinas que se pretenden eliminar con el ayuno. Esa paz y equilibrio interior también se logran con el deporte, una práctica que no es compatible con el ayuno. Y, si lo que se pretende con el ayuno es adelgazar, olvídate, es mucho más efectivo y saludable adelgazar haciendo deporte.
Quien, de todas maneras, quiera combinar ayuno con deporte, debe tener claro que su rendimiento bajará, que no podrá entrenarse deprisa ni mucho menos competir con garantías. Será conveniente reducir el ritmo, ya que tu cuerpo no podrá recurrir a los carbohidratos para generar energía, sino a las grasas y músculos (con menor esfuerzo, aumento del pulso y la temperatura).
Fuente: Runners