Diabetes, una de las más grandes enfermedades del siglo 21

El riesgo de enfermedades coronarias, depresión y trastornos alimenticios se incrementa en mujeres diabéticas.

Por Carolyn Hernández

El número de pacientes diabéticos se incrementa anualmente. Se calcula que en el mundo 415 millones de personas tienen esta enfermedad, de las cuales 200 millones son mujeres. En el caso particular de la población femenina, esta condición aumenta su posibilidad de sufrir complicaciones asociadas.

El riesgo de la depresión aumenta más en las mujeres con diabetes, lo mismo sucede con los trastornos alimenticios. Por otra parte, algunas mujeres con diabetes tienen menos interés en el sexo debido a la depresión o porque siempre se sienten cansadas debido a cambios en el nivel de glucosa.

Cuando la padecen durante el embarazo, esto tiene un efecto psicológico adicional, pues el bebé podría sufrir trastornos. Adicionalmente, a pesar de que la enfermedad coronaria es menos frecuente en mujeres que en hombres, cuando la condición preexistente es la diabetes, entonces el riesgo es mucho mayor en las mujeres y la probabilidad de padecer enfermedades coronarias, como infarto de miocardio o angina de pecho (conocida como “pre-infarto”) es más del doble.

“Al referirnos a condiciones de salud y tratamiento, debemos considerar las condiciones biológicas del paciente y los factores socioeconómicos. En el caso de la diabetes, diferentes estudios muestran que hay una mayor prevalencia de factores de riesgo en las mujeres como la obesidad y sedentarismo, así como aspectos relacionados con las hormonas y el diagnóstico tardío, lo que las pone en un mayor riesgo de padecer enfermedades asociadas” explicó la Dra. Mercedes Resk, Directora del Área Terapéutica Cardiovascular de Novartis para Centroamérica y el Caribe.

La diabetes, que ha sido calificada como “una de las más grandes emergencias de salud del siglo 21”, es una condición crónica que ocurre cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no la usa adecuadamente, y es diagnosticada cuando se observan altos niveles de glucosa en la sangre. Los altos niveles de glucosa pueden producir problemas cardiacos, ceguera, insuficiencia renal, amputación de extremidades inferiores e infecciones.

Existen tres tipos principales de diabetes:

  • Diabetes Tipo 1: una reacción autoinmune hace que el cuerpo deje de producir insulina. Puede ocurrir en pacientes de cualquier edad, pero es habitual que suceda en niños y personas jóvenes. Los pacientes con este tipo de diabetes requieren de insulina a diario para controlar el nivel de glucosa; de lo contrario pueden morir.
  • Diabetes Tipo 2: es la más común. En este caso el cuerpo produce insulina, pero es resistente a ella, por lo que pierde su efectividad y con el tiempo es insuficiente, lo que altera los niveles de glucosa en el cuerpo. Los síntomas son poco marcados por lo que el diagnóstico ocurre cuando el paciente ya está manifestando complicaciones.
  • Diabetes Gestacional: se desarrolla durante el embarazo, generalmente alrededor de la semana 24. Esto no significa que la paciente tenía diabetes antes o que la padecerá después del parto.

“Una dieta saludable y actividad física regular pueden prevenir hasta en un 70% la aparición de Diabetes Tipo 2. En el caso de las mujeres, quienes en muchos casos suelen restar importancia a los síntomas y a su adecuada alimentación, es de suma importancia que se realicen revisiones periódicas. Una vez diagnosticada la enfermedad, seguir el tratamiento médico será clave para controlar cualquier potencial complicación” explicó la Dra. Resk.

Preste atención a los síntomas

Diabetes Tipo 1: se desarrolla súbitamente y puede producir síntomas como:

  • Sed excesiva y boca seca
  • Constante necesidad de orinas
  • Pérdida de energía, fatiga extrema
  • Hambre constante
  • Pérdida inusual de peso
  • Visión borrosa

Diabetes Tipo 2: los síntomas son menos evidentes que en el caso anterior, por lo que el diagnóstico puede ser tardió y mientras tanto, los tejidos del cuerpo se dañas por el exceso de glucosa.

  • Constante necesidad de orinar
  • Sed excesiva
  • Pérdida de peso
  • Visión borrosa

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