El alcohol afecta la función metabólica, la temperatura del cuerpo y las habilidades parapensar o coordinar, acelera el desgaste de carbohidratos y ayuda a que se agoten más rápido las reservas de azúcar.
Por Carolyn Hernández
El alcohol y el ejercicio no hacen buen equipo. Consumir alcohol antes o durante un juego o entrenamiento intenso puede aumentar el riesgo de lesiones. Así lo reveló la más reciente publicación Alcohol y Actividad Física, realizada por Éduc’alcool Quebec, organización hermana de Educalcohol Costa Rica.
El análisis concluye que beber impide que el cuerpo se recupere de la forma correcta pues afecta varios procesos metabólicos, el sueño, el bienestar integral y el rendimiento de las personas físicamente activas. Como cualquier bebedor que abusa ocasionalmente el licor, quienes practican deporte ponen en riesgo su salud.
Los estudios y resultados
Un estudio publicado por el Centro Canadiense en Abuso de Sustancias, encargado de estudiar la relación entre practicar un deporte y el consumo de sustancias entre jóvenes menores de 24 años, determinó que practicar deporte parece estar asociado a un mayor consumo de alcohol, sobre todo durante la adolescencia y entre los adultos jóvenes.
Un análisis hecho en Estados Unidos evidenció que beber antes o durante un entrenamiento es muy raro entre los atletas universitarios pero que más del 55% admiten hacerlo una vez finalizan la práctica del deporte. Por su parte, una investigación hecha en Suecia, reveló que las mujeres entre los 19 y 30 años y los hombres mayores a los 31 años, que realizan caminatas regularmente, tiene una menor predisposición a consumir alcohol en exceso, pues consideran que la buena salud no va de la mano del consumo abusivo.
¿En qué afecta el alcohol?
Las personas que hacen ejercicio o practican deporte de forma intensa tienden a deshidratarse y a perder la reserva de azúcar que tienen el hígado y los músculos, por lo que recuperar el agua y los azucares después de terminar es crítico.
- Se conoce que el hígado puede verse afectado por el alcohol, lo que podría alterar el proceso de eliminación de toxinas y la descomposición del etanol (molécula de alcohol que contienen las bebidas de consumo humano).
- Podría afectar el aprovechamiento de los azúcares provenientes de los carbohidratos que son esenciales para la recuperación luego de una intensa sesión de ejercicios.
- Una investigación reciente reveló que los atletas que acostumbra ingerir grandes cantidades de alcohol luego de hacer ejercicio (12 bebidas estándar en promedio), tienen dificultad para procesar también las proteínas que consumen, lo que también retardaría la recuperación muscular.
- Cuando se ingieren grandes dosis de alcohol antes de hacer el ejercicio, las arterias y las venas se dilatan lo que hace que la temperatura interna del cuerpo disminuya, este efecto está asociado con la baja del azúcar en sangre.
“Sabemos que el alcohol afecta la función metabólica, la temperatura del cuerpo y las habilidades para pensar o coordinar. Además acelera el desgaste de la principal fuente de energía del cuerpo y ayuda a que se agoten más rápido las reservas de azúcar. Una persona que consume alcohol moderadamente en respuesta a la actividad física requerirá más tiempo para rehidratarse y tendrá un riesgo mayor de sentir más intensamente los síntomas de la deshidratación tales como cansancio, calambres musculares y dolores de cabeza”, comentó Mónica Solórzano, Directora Ejecutiva de Educalcohol Costa Rica.
Los deportistas deben recordar las guías de bajo riesgo: dos bebidas máximo para las mujeres y tres bebidas máximo para los hombres por ocasión, porque la moderación es siempre de buen gusto.