El daño detrás de una dieta autoimpuesta

Nutricionista sostiene que someterse a un plan de alimentación sin la guía adecuada, a veces puede amenazar nuestra salud, en vez de mejorarla.

Por Revista ES

En el marco de una semana dedicada a la importancia de una buena nutrición, especialistas destacan que la nutrición se convirtió en una disciplina que impacta positivamente la vida de las personas. Sin embargo, muchos todavía se atreven a seguir ciertos planes de alimentación sin la debida supervisión, exponiéndose a desequilibrios que ponen en riesgo el funcionamiento del organismo.

Karen Sanabria, nutricionista del Centro de Nutrición Clínica (CNC) del Hospital Metropolitano, sostiene que en Costa Rica todavía hay mucha resistencia a modificar los hábitos alimenticios a unos más saludables. Las personas, limitados por la pereza y el sedentarismo, optan por opciones más sencillas como comida procesada o comer afuera. Hay muchos que ni siquiera saben que se están alimentando mal ya que, desconocen los efectos a largo plazo que pueden generar los alimentos que consumen en sus cuerpos.

En la actualidad se pueden encontrar una variedad de diferentes dietas en internet y redes sociales, recomendados por otras personas (no necesariamente profesionales) sosteniendo que una dieta en particular les puede transformar la vida. Según explica la especialista, un porcentaje importante de estas famosas dietas solo resultan en una pérdida de peso temporal que no es sostenible en el tiempo.

“Es importante no confundir comer saludable con estar a dieta, estos no siempre significan lo mismo, especialmente cuando la dieta es autoimpuesta. Tenemos que recordar que autoimponerse una dieta es como automedicarse, lo que le sirve a una persona puede más bien perjudicar la salud de otra”, aclaró la experta.

Una dieta puede causar problemas serios en la salud como cambios nocivos hormonales o trastornos menstruales. Si la dieta implica no comer suficiente entonces puede llevar a deficiencias nutricionales que conducen a enfermedades como la anemia. Por otro lado, comer demasiado o consumir más proteína de la que se debe puede afectar negativamente el corazón.

Además, según la nutricionista, muchas de las personas que se autoimponen dietas fallan hasta en mantener la pérdida de peso. Sanabria explica que cuando perdemos peso de repente, nuestra tasa metabólica también disminuye. En otras palabras, uno empieza a quemar menos energía cuando descansa porque el cuerpo percibe que hay menos comida para quemar. Cuando la dieta termina y volvemos a nuestros hábitos alimenticios normales, nuestra tasa metabólica ya no está equiparada para quemar tanta comida, causando que aumentemos fácilmente de peso otra vez.

Una dinámica que en particular se ha hecho muy popular es la llamada “ayuno intermitente”. A pesar de que hay personas que con el acompañamiento de profesionales pueden sacar provecho de esa técnica, los que se lo auto imponen pueden más bien salir gravemente perjudicados. “Esta dieta es capaz de causar sentimientos sostenidos de hambre que luego provocan la producción de cortisol, que es una hormona de estrés, lo que termina afectando negativamente nuestra salud mental y nuestra relación con la comida” explica la experta.

Ahora bien, si estamos buscando crear un cambio de alimentación o empezar un camino hacia una vida más sana, Sanabria recomienda buscar profesionales que nos puedan guiar a ser más saludables. Alguien que pueda asegurar que nuestra salud no está siendo comprometida solo para “vernos mejor”, y, además, que los cambios realizados tengan resultados sostenibles en el tiempo.

Otra recomendación es mantenernos activos. La nutricionista explica que esto no significa necesariamente ir al gimnasio o empezar a practicar algún tipo de ejercicio intenso. Es buscar algún tipo de actividad diaria que implica mover el cuerpo pero que también nos divierta y nos haga sentir bien. “Hacer un esfuerzo para movernos un poco todos los días es especialmente importante en este tiempo donde los seres humanos nos estamos volviendo más y más sedentarios conforme la tecnología va avanzando y facilitándonos la vida” sostiene la especialista.

Finalmente, se sugiere simplemente buscar una alimentación balanceada. Si bien, se recomienda evitar alimentos procesados, no se trata de solamente de comer cosas verdes, sino, asegurar que estamos consumiendo todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Nuestro bienestar y salud no se pueden definir con un número en una balanza, es mucho más complejo que eso. La dieta ideal es aquella que involucre hábitos alimenticios balanceados que sean sostenibles a largo plazo, sin restricciones innecesarias y acorde a las necesidades personales. Es un estilo de vida.

Si usted es una persona que busca empezar a vivir de una manera más saludable o transformar positivamente su relación con la comida, el Centro de Nutrición Clínica del Hospital Metropolitano lo espera con nutricionistas preparadas para armar planes personalizados.

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