Es el ejercicio más popular, pero salir a correr también suele ser el que más lesiones genera.
Por BBC Mundo
Es el ejercicio más popular, pero salir a correr también suele ser el que más lesiones genera. Y la explicación suele ser que no se realiza de manera correcta.
El problema es que la mayoría de las personas que se llenan de voluntad y salen a estirar las piernas de manera recreacional no son conscientes que están cometiendo el error de aterrizar primero con el talón y no con la punta de los pies, como lo recomiendan los especialistas y ponen en práctica los atletas profesionales.
Es el ejercicio más popular, pero salir a correr también suele ser el que más lesiones genera. Y la explicación suele ser que no se realiza de manera correcta.
El problema es que la mayoría de las personas que se llenan de voluntad y salen a estirar las piernas de manera recreacional no son conscientes que están cometiendo el error de aterrizar primero con el talón y no con la punta de los pies, como lo recomiendan los especialistas y ponen en práctica los atletas profesionales.
Esa tendencia es la que motivó a un grupo de investigadores del Centro de Inteligencia Artificial de Saarbrüken, en Alemania a desarrollar un dispositivo para estimular a las personas a correr bien a través de pequeñas descargas eléctricas.
El objetivo fue reducir considerablemente las lesiones que sufren las articulaciones, principalmente las rodillas, debido al fuerte impacto que produce el constante contacto del talón con el suelo, así como aumentar el rendimiento al incrementar la eficiencia en el estilo.
El sistema denominado FootStriker incorpora una plantilla con sensores de presión en el zapato que monitorea la posición del pie cuando aterriza que está conectada a un parche colocado en la pantorrilla.
La comunicación se activa cuando el sensor registra un mal paso en la carrera y manda una señal eléctrica a los músculos gemelos de la pantorrilla, que reacciona ante el estímulo y corrige el ángulo adecuado del pie para el siguiente paso.
Experimento
En un primera fase de experimentación, los investigadores alemanes probaron el dispositivo en seis corredores que estuvieron sometidos a diferentes tipo de control.
Pese a lo reducido de la muestra, la prueba dejó resultados contundentes.
En el primer kilómetro de carrera, sin FootStriker, el promedio de aterrizajes con el talón en el grupo llegó al 95%.
En los siguientes tres kilómetros los corredores fueron conectados con el dispositivo y lograron reducir considerablemente la mala posición del pie hasta el 16%.
En la última fase de la prueba, de un kilómetro y sin descargas eléctricas, se mantuvo el progreso en el estilo de los participantes que redujeron hasta un 8% los aterrizajes con el talón.
Esta mejora contrasta con los resultados que dejó otro grupo que en lugar de estar conectado al FootStriker sólo recibió consejos de un entrenador personal.
En este caso la reducción fue de un 97% inicial a un 80%.
Intervención humana
Florian Daiber, del grupo de investigadores alemanes, considera que este mismo principio de podría utilizar a otros ejercicios o deportes que estén basado en movimientos repetitivos, como el remo.
El estudio, que fue publicado en la revista especializada New Scientist en abril, abre un nuevo campo de investigación que apunta más hacia la calidad del ejercicio que a la cantidad.
«Actualmente la mayoría de las herramientas disponibles (dispositivos y aplicaciones) ofrecen seguimiento por, velocidad, distancia y ritmo cardiaco», resalta el informe.
Destaca que la mayoría se basa en cantidad, y que si bien hay algunos que ya ofrecen información de calidad sobre el estilo al correr, el «FootStriker podría sentar una base» para explorar nuevas herramientas que beneficien a los deportistas aficionados.
Sin embargo, aclaran, que el dispositivo no busca ser un sustituto de los entrenadores profesionales y que «el conocimiento de ellos» seguirá siendo esencial para «la producción o reprogramación del sistema».