El vaping, o vapeo, nace como una opción efectiva para ayudar a quienes desean dejar de fumar.
Por Revista ES
El vaping, o vapeo como se le suele llamar en español, es un sistema electrónico que permite la inhalación de nicotina por medio de vapor, simulando y sustituyendo el consumo del humo del tabaco. Convirténdose en una alternativa de reducción de daño, responsable y efectiva, para aquellas personas que desean dejar de fumar.
Estos dispositivos electrónicos se componen de una batería y un tanque rellenable con una resistencia interna que calienta y vaporizara la solución líquida (llamada e-liquid), la cual se puede encontrar en diferentes sabores y niveles de nicotina, que se eligen en conjunto con las características de los dispositivos según necesidad del consumidor.
Estudios realizados actualmente -2018- por el Public Health England (PHE), muestran que, al año, al menos 20.000, y potencialmente muchas más, personas que eran fumadoras, lograron dejar el cigarrillo convencional gracias a los cigarrillos electrónicos. Además, se indica una reducción de daño de al menos un 95% comparado a cigarrillos tradicionales, potencialmente una mejoría sustancial en la salud del fumador. Gracias a los resultados favorables demostrados en este estudio, ha provocado que la organización de salud pública Action on Smoking and Health, apoye los mismos, y que su directora Deborah Arnott recomiende los cigarrillos electrónicos como una alternativa para quienes desean dejar de fumar.
Además, parte de los esfuerzos que realiza Inglaterra es trabajar en conjunto con el National Health Service (el equivalente de la Caja Costarricense del Seguro Social en Inglaterra) con la finalidad de aconsejar e informar sobre qué es el cigarrillo electrónico, cómo funciona, dónde comprarlos, cómo están regulados en el país, entre otros.
Asimismo, John Newton, profesor y director de la PHE, indica que sería lamentable, que debido a la malinformación acerca de los vaporizadores, los miles de consumidores que renunciaron al cigarrillo tradicional por los electrónicos lo retomen; o que por miedos falsos, los fumadores actuales no consideren como una opción el cigarrillo electrónico. Por lo que el trabajo en equipo con otras entidades para informar correctamentamente e incentivar a dejar el consumo del tabaco, se vuelve imprescindible.
Es de suma importancia para los entes reguladores del país desarrollar una comunicación asertiva hacia la población sobre el uso de cigarrillos electrónicos como una opción de reducción de daño, particularmente:
- Vaporizar no es equivalente a fumar, debido a que no genera humo – responsable de la producción de monóxido de carbono y las 7000 sustancias letales generadas por la combustión del cigarrillo.
- Existe evidencia sustancial de que el cigarrillo electrónico es una opción, por mucho, menos dañina que el cigarrillo convencional para fumadores que no han podido dejar de fumar con otros métodos.
- El daño causado por el fumado es debido a la combustión del cigarrillo y no por su contenido de nicotina.
- Al menos un 40% de fumadores han fallado en dejar de fumar por no optar por cigarrillos electrónicos como una alternativa.