Este día se ha denominado “Día internacional del hombre”, ya se celebra en varios países del mundo y su objetivo, entre otros, es promover la salud masculina.

Por El Salvador

Fue en 1999 cuando el doctor Jerome Teelucksingh, un profesor de historia en la Universidad de las Indias Occidentales en Trinidad y Tobago, impulsó el 19 de noviembre como el Día internacional del hombre (IMD por sus siglas en inglés), en vista de que no existía una fecha para celebrarles a ellos.

“Me di cuenta de que no había ningún día para los hombres… Algunos dicen que ya existe el Día del Padre, pero, ¿qué pasa con los niños, adolescentes y hombres que no son padres?, se preguntaba Teelucksingh, de acuerdo con una publicación de bbc.com.

Dicha celebración tomó fuerza en 2009, y uno de sus objetivos es animar a los hombres para que les enseñen a los niños los valores, el carácter y las responsabilidades de ser un hombre. Otro punto fundamental es el enfoque en el bienestar masculino, tanto en lo social, emocional, espiritual y físico.

Es precisamente en ese último punto donde el IMD se entrelaza con otro movimiento llamado Movember, que se celebra durante todo el mes de noviembre, y cuya finalidad es que los hombres vivan más felices, saludables y que prolonguen sus vidas.

Lo anterior se debe a que según el sitio oficial ex.movember.com, la salud masculina está en crisis y como consecuencia los hombres están muriendo demasiado jóvenes. De hecho, indican que a nivel mundial, ellos fallecen seis años más temprano que las mujeres.

De ahí que se busca concienciarlos sobre los temas de salud propios de su género, como cáncer de próstata y de testículo, depresión masculina y similares. En muchos países también se recauda dinero para apoyar instituciones dedicadas a luchar contra dichos problemas de la salud masculina.

Hoy, además de reconocer el rol positivo del hombre en la familia y en la sociedad, también queremos alentarlos a que se esmeren en el cuidado de su salud, realizándose controles periódicos y tratando de llevar un estilo de vida saludable.

Para darte una idea, a continuación te contamos sobre algunos análisis clínicos que no debes pasar por alto.

1. Presión arterial
El sitio holadoctor.com sugiere que pongan atención a la presión desde los 18 años, revisándola por lo menos cada dos años. La idea es que esta se mantenga en los rangos considerados normales, pues de lo contrario podrían producirse ataques al corazón, insuficiencia cardiaca, derrame cerebral o complicaciones en los riñones y los ojos.

De acuerdo con medlineplus.gov, si el número superior (número sistólico) está entre 120 a 139 mm Hg o el número inferior (número diastólico) está entre 80 a 89 mm Hg, debes chequearla cada año. Pero si el número superior es mayor a 140 o el número inferior es mayor a 90, debes buscar atención médica cuanto antes.

Si existen padecimientos como diabetes, enfermedades cardíacas y problemas renales, por ejemplo, la vigilancia debe ser más constante.

Recuerda que la hipertensión arterial no suele tener síntomas, pero sí compromete la salud de forma seria.
Lo bueno es que se puede controlar con hábitos de vida saludables, que incluyan actividad física regular y por consiguiente una disminución del peso corporal.

También es importante moderar el consumo de sal y dejar el cigarrillo si se trata de alguien que fume.

2. Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar están elevados. Es uno de los problemas de salud pública más graves, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay más de 422 millones de diabéticos en el mundo.

Este padecimiento es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto del miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores. Si tienes familiares cercanos con la enfermedad, tienes mayor riesgo de desarrollarla. También influyen el sobrepeso u obesidad, el colesterol LDL alto, la presión arterial alta y el sedentarismo.

Si tiene 45 años o más, medlineplus.gov sugiere que debes realizarte un examen cada tres años.

3. Colesterol
Si fumas, eres obeso o tienes problemas de diabetes, hipertensión o si algún pariente cercano padece del corazón o arterias obstruidas, lo ideal es que comiences a medir tu colesterol desde los 20 años. En caso contrario, holadoctor.com sugiere que se haga a partir de los 35.

El análisis te permitirá conocer las concentraciones del colesterol bueno y malo, cuyo nivel total debe se menor de 200. Además, te permitirá tomar las medidas necesarias para conseguir que llegue a los valores normales en caso de que esté elevado.

4. Cáncer colorrectal
Los hombres mayores de 50 años deberían hacerse una prueba que descarte el cáncer colorrectal, sobre todo si en su familia hay casos cercanos de cáncer de colon o pólipos.

Lo mejor es pedir orientación a tu médico para decidir qué tipo de prueba es la más adecuada según tu caso.
De acuerdo con el sitio medlineplus.gov, entre estas se encuentran el análisis de sangre oculta en heces, colonoscopía, colonoscopía virtual, así como el enema de bario con doble contraste, que consiste en tomar una serie de radiografías del colon y el recto.

5. Cáncer de próstata
Palpando la próstata a través de la pared del recto o haciendo un test específico llamado antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) se puede detectar a tiempo este tipo de cáncer, que estuvo entre los que provocó más muertes de hombres en 2015, según la OMS.

A pesar de su importancia, esta prueba se enfrenta a los eternos tabúes de los hombres debido a que se hace mediante un tacto rectal, lo que ocasiona que muchos se sientan vulnerados en su intimidad y hombría. Esto es sin duda un obstáculo para la detección temprana y desde luego para salvar vidas.

¿A que edad se recomienda?
La Sociedad Americana contra el Cáncer sugiere que se realice al cumplir 50 años para los hombres con riesgo promedio de cáncer de próstata y que se espera vivan al menos 10 años más.

A los 45 años, si están en alto riesgo de cáncer de próstata, y a los 40 años si el riesgo es aún mayor, esto es en aquellos con más de un pariente de primer grado que ha tenido cáncer de próstata a una edad temprana.