Las opciones saludables dentro de los menús de restaurantes de comida rápida están cada vez más a la orden del día.
Por Patricia Ugalde
Las personas mandan. Al menos así lo entendieron algunas cadenas de comida rápida cuando sus clientes empezaron a exigir opciones más saludables, ingredientes más frescos y la inclusión de frutas y verduras en los menús infantiles. “Con la concientización que se está dando con respecto al consumo de alimentos, las empresas que ofrecen comidas rápidas han tenido que incorporar nuevas opciones más saludables en sus menús, dada la alta demanda de este tipo de alimentos”, explica la nutricionista Silvia Quesada, del Centro de Nutrición Larisa Páez.
Precisamente, en los menús ya aparecen más ensaladas, harinas integrales, sopas bajas en calorías y salsas menos grasosas. Incluso la adición de las llamadas superfoods –como la chía– empieza a asomarse en los restaurantes.
Ahora bien, ¿esto significa desaparecer de la dieta las hamburguesas y los tacos? “No existen alimentos buenos ni malos; lo que existen son dietas mal balanceadas y excesos de consumo versus el gasto energético de las personas. Lo ideal es saber cuál es el requerimiento calórico de cada persona para –con base en esto– poder determinar las porciones y cantidades de alimentos de los diferentes grupos que se pueden consumir diariamente”, dice Silvia.
Una recomendación que hace la nutricionista es evitar el combo (como por ejemplo, sándwich con papas) y preferir cambiar el acompañamiento por un vegetal y siempre con un refresco bajo o libre de calorías.
Comidas que deben evitarse
- Aquellas fritas por sumersión como papas fritas
- Harinas refinadas en pasteles o panes
- Altas concentraciones de azúcares, como en los postres
¿Cómo combinar?
- En lugar de una hamburguesa con papas, mejor un sándwich con sopa.
- En lugar de pollo frito con papas fritas, mejor pollo asado con ensalada y tortillas.
- En lugar de un taco frito con muchas salsas, mejor un wrap que tenga algún vegetal en su relleno.