Aunque existe un mito de que las grasas son poco saludables, los expertos aseguran que éstas son parte de una alimentación saludable
Por Revista ES
En algún momento se creyó que todas las grasas eran negativas, pero hoy sabemos que las grasas se dividen en diferentes categorías y que nuestro cuerpo requiere de grasas saludables como parte de una alimentación balanceada. La clave, asegura Ana Cristina Gutiérrez, asesora nutricional de Herbalife, es saber elegir las adecuadas.
¿Cómo diferenciarlas?
Las grasas se dividen en dos categorías: saturadas (grasas poco saludables) y grasas insaturadas (grasas saludables). Las grasas insaturadas se consideran más saludables, ya que en éstas la grasa se deriva principalmente de alimentos vegetales que pueden ayudar a mantener los niveles de colesterol en la sangre dentro de un rango normal. Por otro lado, una dieta con demasiada grasa saturada (la que se encuentra principalmente en los productos derivados de animales como la mantequilla, el queso, la leche entera y las carnes), pueden aumentar los niveles de colesterol.
Ahora bien, las grasas insaturadas también tienen su propia división, pueden ser monoinsaturadas y poliinsaturadas. Las grasas monoinsaturadas las puede encontrar en las nueces, semillas, aceite de oliva y aguacate. Se consideran saludables para la salud cardiovascular cuando se consumen en cantidad moderada.
Las grasas poliinsaturadas pueden clasificarse en grasas omega-3 o grasas omega-6. Aunque el cuerpo requiere ambos tipos, necesita equilibro para promover la salud. “El problema que la mayoría de nosotros tenemos es que consumimos más grasa omega-6 (comidas fritas, bocadillos y panecillos dulces), y no suficiente omega 3 presente en pescado, salmón, semillas de linaza o nueces”, asegura Ana Cristina.
Dónde encontrarlas
Los alimentos que contienen grasas saludables para el corazón incluyen nueces y semillas, aceite de oliva, aceitunas y aguacate. Las almendras, los pistachos, las nueces y las pecanas se consideran frutos secos y tienen más grasa omega-3 que el maní.
El aceite de oliva por su parte, es una de las fuentes más ricas de grasas monoinsaturadas. Si el sabor del aceite de oliva virgen es demasiado fuerte para su gusto, puede optar por una versión más suave que tenga la misma cantidad de calorías que el aceite de oliva regular.
Otra opción es el pescado, ya que contiene ácidos grasos omega-3 saludables para el corazón; o también puede agregar aguacate a sus platillos, porque al tener semilla es técnicamente una fruta y una buena fuente de grasa monoinsaturada.
“Una alimentación balanceada incluye todos los grupos de alimentos y las grasas son parte de éstos, por tanto, busque consumirlas de manera equilibrada y sobre todo, de elegir las que son realmente saludables, para así obtener todos los beneficios de este grupo alimenticio”, concluye Ana Cristina Gutiérrez, asesora nutricional de Herbalife.