Los deportistas recurren al agua y bebidas para hidratarse, pero las frutas podrían convertirse en un aliado más para garantizar su salud y rendimiento deportivo.
Después de una larga jornada de ejercicio, justo cuando el calor del cuerpo sube y las gotas de sudor brotan como apagafuegos, solemos preguntarnos ¿habrá algo mejor que una refrescante botella de agua fría? Pues la nutricionista Ilima Malavassi, asegura que sí: la fruta.
Según Ilima, nutricionista de Vida Óptima, las frutas en promedio están compuestas por un 70-95% de agua, por lo que son ideales para la hidratación del cuerpo. Además, no hay botella de agua que se compare al agradable sabor de una jugosa sandía o unas dulces uvas; esto debido a que las frutas contienen altos contenidos de azúcar que además de aportar energía le dan buen sabor.
Cada fruta se diferencia en su contenido de agua y su aporte de vitaminas y minerales, por lo que es importante identificar la fruta adecuada según las necesidades de cada deportista.
¿Cómo cambiar la botella por la fruta?
Antes: Días u horas antes de cualquier evento deportivo prefiera frutas con alto contenido de agua para favorecer la hiperhidratación. Las frutas más hidratantes contienen más de un 85% de agua y entre más frescas mejor.
Durante: Cuando empieza a perder líquidos por el sudor, es ideal consumir frutas frutas ricas en carbohidratos y electrolitos. La selección dependerá de los tiempos de descanso disponibles durante el ejercicio.
Después: Al finalizar la actividad física se puede optar por combinaciones de frutas altas en agua con otras ricas en minerales para restaurar el equilibrio hídrico y electrolítico del cuerpo.